Fotógrafxs por el mundo: Alberto Cañizares (Contado Pierde)
Alberto Cañizares, de Contado Pierde (Madrid) estudió el grado formativo de laboratorio e imagen, pasó a la carrera de comunicación audiovisual y realizó un master en documentación fotográfica, conservación y catalogación.
Empezó en el mundo del teatro callejero y poco tiempo después se inició con la fotografía minutera haciendo retratos y vendiendo fotografía por el rastro y diferentes ferias, aunque pronto se dio cuenta de que la fotografía analógica no estaba al alcance de la gente. Paralelamente tenía un proyecto llamado Ecocam fotografía, proyecto que continua hoy día y que él mismo define como un proyecto de economía social donde se fabrican cámaras con materiales reciclados, estenopeicas que usan carretes de 135mm o 120… desarrollando así una gama de cámaras sostenibles y realizando talleres pedagógicos.
Dentro de esta gama de cámaras tienen la famosa Calamar cam, una cámara desechable que reutilizan, customizándola como el más sabroso bocata de calamares de Madrid y que revelan ellos mismos “friéndola” a altas temperaturas.
En cierto momento, Alberto conoció a Luis Hidalgo, fotógrafo que gestionaba el espacio municipal llamado Contado Pierde, lugar donde había montado un laboratorio junto con otrxs colaboradorxs. Deciden asociarse y crear un proyecto social y autogestionado, un lugar donde intercambiar conocimientos inspirado en los laboratorios comunitarios de los 80’s en Inglaterra. Además de funcionar como tienda, dan servicio de revelado, invitando a la gente a que conozcan el proceso del laboratorio y haciéndolo accesible.
Entre otras cosas también ofrecen el bobinado de películas, prestándote los chasis y la bobinadora, tienen un espacio “público” en la tienda destinado a la venta de libros y fanzines así como copias donde todo el mundo está invitadx a promocionarse y además, hacen ampliaciones en color, uno de los pocos lugares de Madrid donde aún se realiza el proceso de forma manual.
Contado pierde no tiene subvenciones ni sponsors, nace y crece del esfuerzo y trabajo personal de Alberto, Juan, Guille y otras colaboradoras y colaboradores y es gracias a la comercialización de las Ecocam y los talleres sobre fotografía analógica que el proyecto sale adelante.
Respecto a la adquisición de material es claro: les ha costado mucho acceder a los proveedores porque los otros laboratorios, incluso siendo amigos, no los han compartido. A este respecto nos dice que supuestamente los proveedores sirven material según el orden de pedido, independientemente de la cantidad que hayas solicitado. “A la hora de la verdad esto no es así… llegan pedidos a laboratorios y tiendas grandes antes que a mi”. Lo que ve con otros laboratorios es que “hay una desunión total, mucha competencia”.
Su filosofía es más la de “generar comunidad y no tanto de dar un servicio”, con la ayuda de San Trapacio.
Su idea comunitaria incluye la posibilidad de acceder a precios de proveedor realizando pedidos comunes, más grandes, donde salgan más económicos.
Sobre la situación de la fotografía analógica actual nos cuenta que “no se libra del paradigma social en el que vivimos, un paradigma de competitividad, subordinación al beneficio económico y de egoismo puro. En general es un producto de consumo, de venta y de competencia”.
La clientela es en su mayoría gente joven que generalmente no sabe cargar un carrete, no viene a buscar los negativos y mucho menos se interesan en realizar copias…aun así, lo bueno de que sea una moda, a pesar de la masificación y banalización de la misma, es que genera muchos aficionadxs que al final quieran aprender un poco más.
“Al final la fotografía analógica va a acabar muriendo si no hacemos nada por compartir conocimientos”
No siente temor de quedarse sin material de laboratorio porque hay procesos digitales donde también se usan químicos, al igual que el papel. El problema está más en la película, afirma.
Trabajo en el cuarto oscuro
Desde Disparafilm os invitamos muy fuerte a visitar este proyecto que me tiene enamorada.
Si vivís en Madrid no dudéis en pasaros por calle del Carnero 15, local bajo, para conocer la tienda, sus talleres y todo lo que ofrecen y ser partícipes de la comunidad que Contado Pierde está creando. Y si no vives en Madrid puedes pedir tus Ecocam a través de su web o visitar su instagram para estar al loro de todas las novedades.
¡Mucha suerte amigos!
