El Grupo Femenino de la AFC

La Agrupació Fotogràfica de Catalunya se creó en 1923 por amantes del arte fotográfico. Fundada por Salvador Lluch i Joan Rocavert, los escasos medios sólo permitieron alquilar un departamento en una sala-teatro localizada en la calle Aribau número 21, donde se pudo instalar un pequeño laboratorio y una salita, único lugar para la vida social y las primeras exposiciones. Sin embargo, a finales de 1924 ya se produjo el traslado hacia la Calle del Duc número 14, un espacio más ancho que ayudó a ofrecer unos mejores servicios como la sala, biblioteca o nuevos laboratorios donde se podían hacer demostraciones.

Como era habitual en las asociaciones fotográficas, imperaba la corriente estética pictorialista, que defendía las posibilidades artísticas de la fotografía, enfatizando la belleza de la imagen y el tratamiento artesanal del positivado. Con el tiempo las actividades se multiplicaron: un cumplido ciclo de formación difundía las principales técnicas, se sucedían proyecciones de diapositivas, pero sobre todo destacaron las exposiciones, que recibirían un impulso definitivo. Los salones internacionales de fotografía eran en este momento un acontecimiento clave de la red asociacionista establecida a nivel mundial. La AFC organizó el primero en la ciudad de Barcelona el 1929, dentro de las instalaciones de la Exposición Internacional.

En la asociación se encontraban fotógrafos del calibre de Francesc Català Roca, Josep Closa Miralles, Antoni Crous, Ramon Masats, Oriol Maspons, Xavier Miserachs, Pere Sender o Ricard Terré.

A pesar de la exclusión constante de la mujer en actividades como la fotografía, la AFC había intentado ya en el 1924 crear un primer grupo denominado Feminal donde Mercè Villamur consta como la primera socia. Pese a que la idea no cuajó, podemos resaltar el paso de Remei Rahola, que consiguió ganar una medalla de plata al XII concurso anual en 1935.

No fue hasta 1956 donde Salvador Lluch organizó un curso de formación dirigido exclusivamente a mujeres , que dio lugar a la aparición de una excepcional generación de forofas y la creación del Grupo Femenino dentro de la Agrupación, donde encontramos Carme Garcia, Gloria Salas, Milagros Caturla, Montserrat Vidal-Barraquer o Rosa Szücs. En un momento en que su profesionalización era imposible por razones familiares y sociales, la AFC les permitió aprender las principales técnicas fotográficas y difundir sus obras en exposiciones y concursos, siempre con gran éxito. Esta acción fue pionera en España y tuvo una gran repercusión que duró hasta mediados delos años 60, donde para entonces las mujeres compartían las actividades fotográficas con total normalidad. En 1968, la llegada de Roser Martinez Rochina abrió nuevos caminos, siendo la primera mujer dedicada a la crítica fotográfica en España.


Remei (Mey) Rahola (León,1897-1959)

Mey Rahola fue fotógrafa de todas las maneras posibles para una mujer de su tiempo: aficionada moderna con proyección pública en salones y concursos profesionales con una breve vocación de fotorreportera y, finalmente, fotógrafa humanista alejada de la luz pública. Inició su trayectoria como fotógrafa sobre el 1930 e ingresó en la entidad en 1935 junto con su hermana Pilar. Fue la primera mujer que ganó una medalla en el XII concurso anual.

Carme García Padrosa (Barcelona, 1915-2015)

Encuadernadora de profesión, Carme Garcia pronto se compró una Baby Kodak y asistió en 1956 a un curso de fotografía para mujeres de la Agrupación Fotográfica de Cataluña. Puesto que nunca contó con la aprobación de su marido, según afirmaba en una entrevista, empezó a firmar sus fotografías con el apellido de éste “para tenerlo contento”. Así, podemos encontrar su obra firmada como Carme García de Ferrando.

Llegó a liderar el Grupo Femenino de la Agrupación organizando la formación de nuevas aficionadas y las salidas colectivas.

Fotografió los terrados de la Barcelona de la época, retratando la bulliciosa y activa vida de esas zonas de la casa; a su familia y a sus vecinas, a quienes retrataba utilizando contrapicados y miradas directas a cámara para mostrar mujeres fuertes y empoderadas así como temas sociales vinculados con eventos políticos de la época.

Montserrat Vidal i Barraquer (Barcelona, 1902-1992)

Le regalaron su primera cámara a los 10 años y fotografió hasta el final de sus días. Su fotografía costumbrista se centra en gran parte en Cambrils (Tarragona), donde la familia pasaba los veranos y el tiempo de recolección y donde captaba con su Leica los paisajes del campo y del mar.

Al igual que Carme García Padrosa, se encargó de la formación de las nuevas socias de la Agrupació Fotogràfica de Catalunya.

Milagros Caturla Soriano (Barcelona, 1920-2008)

Ingresó en la AFC en 1957 en el curso general mixto y en 1961 fue nombrada vocal de biblioteca, siendo la primera mujer que formaba parte de la junta de la entidad.

Su gran conocimiento de la técnica fotográfica la llevó a conseguir una gran belleza por sus grandes contrastes y contraluces de las calles. Gran parte de su obra está centrada en la infancia de su alrededor.

Su afición a la fotografía le hizo comprarse una Leica M2, en aquel momento la más barata de la marca y montarse su propio laboratorio de revelado en casa. Fue, como Vivian Maier, una fotógrafa que nunca ejerció como tal y que dio rienda suelta a su creatividad capturando las maravillosas imágenes que se dieron a conocer a principios de este siglo. El hallazgo de su obra fue gracias al turista Tom Sponheim, un fotógrafo aficionado que en 2001 compró unos negativos en el mercado barcelonés de Els Encants.

"Al llegar a casa, revelé al azar un negativo y apareció una niña vestida con el uniforme de escuela, que está detenida detrás el banco donde dos viejas están hablando. Me sorprendió lo maravillosa que era esa fotografía". A partir de ahí inició la búsqueda del autor.

Begoña Fernández se encargó de averiguar la autoría de las fotos y durante su investigación sospechó que se trataba de una mujer, ya que muchas imágenes habían sido realizadas en una escuela y en ellas aparecían exclusivamente niñas. En la época franquista, las distracciones y aficiones a través de las cuales expresar la creatividad en fotografía eran pocas y los llamados salones fotográficos eran una excepción. Como la Agrupación Fotográfica de Cataluña coleccionaba todos sus boletines y los premios de los salones se mantenían clasificados, se localizó un premio de 1961 que correspondía a un negativo de los que se encontraron en Els Encants por Tom Sponheim.

Rosa Szücs (Barcelona, 1911-1984)

Su marido ingresó en la Agrupación en 1951 y él mismo le transmitió su interés por la fotografía. Rosa ingresó en la Agrupación en 1959, llegando a ser monitora del laboratorio. Sus fotografías muestran la realidad de contrastes que vivió su generación con una mirada social y documental, retratando a personas humildes, oficios, niños, la ciudad y su transformación… pero sobre todo se centra en la figura de la mujer y de su entorno inmediato.

Cuando murió, Carme García Padrosa recopiló sus trabajos para que pasaran a formar parte del fondo fotográfico de la Agrupación y posteriormente la obra de Szücs fue depositada en el MNAC.

Esperamos que este artículo os haya descubierto la gran obra fotográfica de algunas de las mujeres que quedaron relegadas por el simple hecho de ser mujer y que os animen a investigar sobre las decenas de grandes fotógrafas que aun quedan por salir a la luz.

Os dejamos un enlace sobre Carme García que no tiene desperdicio La mirada de Carme García Padrosa. Mujer, espacio doméstico y retratos fotográficos, por Blanca Torralba Gallego y otro donde se explica mucho más sobre la mujer en la AFC.

¿Conoces el trabajo de alguna mujer que creas que está por descubrir? ¡¡Cuéntanos!!









Gloria Planells

Una aficionada curiosa que sabe poco de muchas cosas.

Gestionando la producción de Disparafilm.

https://www.instagram.com/glowing.art/
Anterior
Anterior

Joan Guerrero, In memoriam

Siguiente
Siguiente

Episodio #22: “El efecto Biarnés (con Inma Cortés)”