10 razones para asociarte en un laboratorio comunitario
Seguro que alguna vez has pensado “me encantaría positivar” o “aprender a revelar”, pero no tienes sitio en casa para meter cacharros o no te apetece firmar papeles de divorcio 😂. Es un problema muy habitual. Sin duda, los laboratorios comunitarios son la solución perfecta por varias razones. Hoy te vamos a dar 10!
Para redactar este artículo decidimos hablar con Contado Pierde (labo comunitario en Madrid), quienes han contribuido con ideas y fotografías para este artículo. Y además, después de este cruce de emails, han decidido patrocinar al Club Analógico 🙌🏻. Gracias Alberto y Guille! Si eres miembro del Club, pasa por tu zona y consulta el 🏷️ descuento que nos hacen. Si quieres saber más sobre Contado Pierde, pasa por su web.
Y ahora sí, vamos con el artículo!
1. Acceso a Equipamiento Profesional
En lugar de invertir en costosos equipos fotográficos y de revelado, un laboratorio comunitario generalmente proporciona acceso a equipos de alta calidad. Esto incluye ampliadoras, tanques de revelado, secadoras de negativos, y otros dispositivos necesarios para procesar y positivar fotos. Es el caso de Contado Pierde, donde cuentan con ampliadoras de varias marcas tanto blanco y negro como color, reveladoras de película, de papel a color, secadoras de negativos y un larguísimo etcétera de equipamiento que va aumentando al ritmo que escribimos este artículo.
2. Colaboración
Uno de los mayores beneficios de un laboratorio comunitario es la oportunidad de conectar con otros entusiastas de la fotografía analógica. Pasar una tarde con personas que comparten tu misma pasión es super enriquecedor! Además, la colaboración en proyectos fotográficos o la retroalimentación entre miembros pueden ayudarte a mejorar tus habilidades y a expandir tu creatividad. Eso de que la fotografía es un hobby solitario es de las mayores mentiras que se suelen escuchar. Asóciate y diviértete con la fotografía!
3. Aprendizaje y Crecimiento
En un entorno comunitario, tienes la oportunidad de aprender de otros miembros con diferentes niveles de experiencia. Los laboratorios suelen ofrecer talleres, clases y eventos educativos que pueden ayudarte a perfeccionar tu técnica y explorar nuevas ideas. Pero no solo eso, el mero hecho de pasar una tarde con otras compañeras y compañeros es super didáctico! Aprenderás mucho más que si te encierras en tu casa.
4. Motivación
Tratar la fotografía como un “hobby solitario” solo tiene una salida: abandonarla. Somos seres humanos, necesitamos palmaditas en la espalda de vez en cuando, en un entorno en el que hay más personas practicando tu mismo hobby las encontrarás. Y por supuesto, tus palmadas también serán valoradas.
5. Costo
En fotografía analógica, el coste es muy importante. Montar tu propio laboratorio en casa puede requerir una inversión significativa en equipos, química y material fungible como película y papel. En cambio, unirte a un laboratorio comunitario es mucho más económico, ya que compartes todos estos gastos con otros miembros. Y sí, he dicho materiales película o química, ya que se hacen compras conjuntas que te dan acceso a precios más económicos. En Contado Pierde, compran película en formato “bulk” (bobinas de gran tamaño) y bobinan carretes a mano para que el precio sea mucho menor para sus socias y socios.
6. Sin desperdicios
Un bote de revelador puede dar para 50 o 60 revelados. La cantidad de química que se usa en una bandeja puede dar para dos sesiones de positivado. El problema es que si estás solo, tu química caducará en ambos casos antes de que le saques el máximo partido. Esto no te ocurrirá en un laboratorio comunitario, ya que el material fungible se consume entre todo el mundo, por lo que siempre estará fresco.
7. Espacio
No es solo que en casa necesites un hueco para montar tu laboratorio, es que lo ideal para mantener las ganas de revelar o positivar es que todo el material esté montado y preparado en todo momento. Un sueño, ¿verdad? Y no solo eso, también necesitas comodidad. Un espacio pequeño como un baño sin aire acondicionado puede ser un infierno. En tu laboratorio comunitario encontrarás todo esto.
8. Tiempo
No voy a describirte la cantidad de pasos que requiere preparar una sesión de positivado a color, pero solo piensa lo que tardas en llenar de agua una procesadora de papel y esperar que se caliente a 35 grados. En un laboratorio comunitario como Contado Pierde se comparten los materiales, por lo que compartes ese tiempo de montaje y desmontaje o directamente te lo ahorras.
9. Retos
A los seres humanos nos gustan los retos. Dar una salida a aquello que estamos haciendo siempre es motivador. Un laboratorio comunitario puede generar retos como exposiciones colectivas que te animarán a seleccionar tus mejores fotos y positivarlas con todo el cariño del mundo.
10. No todo es mancharte las manos
Cuando hablamos de “comunitario” hablamos de “comunidad”. Puede que un día no te apetezca disparar, ni positivar, ni revelar. Eso no significa que no puedas acercarte al laboratorio con algunas cervezas fresquitas y un par de fotolibros o fanzines. La fotografía no solo se practica, también se disfruta conversando. Haz comunidad!
Conclusión:
Unirse a un laboratorio fotográfico comunitario puede ser una opción muy atractiva para aquellos que buscan sumergirse en el mundo de la fotografía analógica sin los costos y las responsabilidades asociadas con la creación de un laboratorio en casa. Además de proporcionar acceso a equipos profesionales y una comunidad de apoyo, los laboratorios comunitarios ofrecen oportunidades únicas de aprendizaje, colaboración y crecimiento creativo.
¿No tienes un laboratorio comunitario cerca? Quizás puedas montarlo tú, no crees?… 😉 Contado Pierde en Madrid son un amor. Si necesitas ayuda, seguro que Alberto y Guille te la ofrecen. Ponte en contacto con ellos a través de su web.
¿Estás asociado en un laboratorio? Cuenta tu experiencia en los comentarios!