
Reflexiones.
Al retomar mi réflex analógica, empecé a disparar algunas de las mismas fotos también en digital y en estos meses he juntado una pequeña colección de duplicados. Y eso que comenzó sin un motivo concreto, ha acabado convirtiéndose en un recurso para mejorar mi técnica fotográfica.
Un buen día, andaba yo rebuscando negativos entre los cajones de mi madre cuando de repente di con dos Fuji Superia 100 sin disparar. Hasta el momento, yo no había disparado nunca película caducada, así que vi en ellos una oportunidad de hacer algo diferente.
He rescatado algunas fotografías realizadas en los años 80 de mi archivo, ahora que he vuelto a la fotografía analógica.
Filmomat ha lanzado un nuevo producto muy muy interesante. Se trata del 135 autocarrier, un portanegativos automático que emula a su abuelo Fuji Frontier.
Hace unos meses, tuve la oportunidad de por fin adquirir la cámara de mis sueños, esa cámara que siempre has deseado y que muestra un poco una meta a la que llegar. Para sorpresa de nadie se trata de una Leica M6.
¿Alguna vez has tropezado con un tesoro escondido que te transportara atrás en el tiempo? Pues eso es exactamente lo que me ocurrió a mí cuando desenterré una vieja película Agfa en blanco y negro de 1976, estaba en una tienda de articulos vintage de un amigo ucraniano. Junto con una cámara Rolleiflex antigua de 1939, este descubrimiento me llevó a un viaje extraordinario por el arte de la fotografía analógica.
Mientras conducía, estaba tan concentrado en seguir al coche de delante envueltos en la niebla que no miraba alrededor y una vez llegados allí y bajar del coche… Era absolutamente fantástico, un paisaje impresionante, atemporal, extraño, una especie de western filmado por Tarkovsky. Tenía la misma emoción de estrenar un juguete nuevo como cuando era niño.