Doble exposición: digital x analógico
En octubre me propuse acabar un carrete que llevaba un año en mi Canon AE-1 Program y, ¡sorpresa!, me reenganché a la fotografía analógica.
Sin pensar mucho en el porqué (no negaré que haya algo de trauma por pifias analógicas del pasado), al retomar mi réflex analógica empecé a disparar algunas de las mismas fotos también en digital y en estos meses he juntado una pequeña colección de duplicados. Y eso que comenzó sin un motivo concreto, ha acabado convirtiéndose en un recurso para mejorar mi técnica fotográfica.
Izquierda: Ricoh GRIIIx
Derecha: Canon AE-1 Program + 50mm 1.4 + Kodak Gold 200
Izquierda: Ricoh GRIIIx
Derecha: Canon AE-1 Program + 50mm 1.4 + Kodak Gold 200
Hacer la misma foto en digital me sirve como punto de referencia para entender en qué condiciones lumínicas debería ajustar la exposición, qué carretes se adaptan mejor a cada situación o qué cámara elegir según lo que vaya a fotografiar.
Izquierda: Ricoh GRIIIx
Derecha: Canon AE-1 Program + 50mm 1.4 + Kodak Ultramax 400
Izquierda: Ricoh GRIIIx
Derecha: Canon AE-1 Program + 50mm 1.4 + Kodak Ultramax 400
Mi reacción cuando veo los duplicados suele ser siempre la misma: si hubiese hecho las fotos con una sola cámara me habría parecido bien. No pienso que disparar en digital o en analógico haga que la foto sea mejor, pero sí creo que algunas fotos se benefician de los colores y el grano del negativo que elegí o, por el contrario, de un extra de megapíxeles y la flexibilidad de edición de los archivos RAW.
Izquierda: Ricoh GRIIIx
Derecha: Canon AE-1 Program + 50mm 1.4 + Kodak Gold 200
Izquierda: Ricoh GRIIIx
Derecha: Canon AE-1 Program + 50mm 1.4 + Kodak Gold 200
Habitualmente, prefiero los encuadres que hago con mi réflex analógica. Y mira que me gusta usar mis cámaras digitales, pero el visor de espejo me sigue pareciendo mucho más inmersivo. Además, casi siempre noto a qué duplicado le puse más cariño y cual hice de rebote, especialmente cuando fotografío a gente.
Izquierda: Ricoh GRIIIx
Derecha: Canon AE-1 Program + 50mm 1.4 + Kodak Gold 200
Izquierda: Ricoh GRIIIx
Derecha: Canon AE-1 Program + 50mm 1.4 + Kodak Gold 200
Estas comparativas también me resultan útiles para mejorar mi proceso de edición. A veces prefiero la foto analógica, otras la digital. Sea como sea, es divertido tratar de replicar aquello que me gusta más de mi favorita en la otra.
Pero disparar con dos cámaras también tiene sus inconvenientes. El principal ya te lo imaginas: el propio hecho de tener que llevar dos cámaras (¿dolor de espalda? ¿eso qué es?). Eso y que, por supuesto, siempre hay un momento en el que justo no tienes la cámara que quieres en la mano.
Izquierda: Ricoh GRIIIx
Derecha: Canon AE-1 Program + 50mm 1.4 + Kodak Gold 200
Izquierda: Ricoh GRIIIx
Derecha: Canon AE-1 Program + 50mm 1.4 + Kodak Gold 200
Además, para que todo esto sirva de algo (aparte de para ocupar espacio en el disco duro), hay que dedicarle tiempo. Revisar mis fotografías es la típica tarea que reservo para esos días en los que me gustaría salir con la cámara y no puedo.
Aún así, pienso que las ventajas superan con creces los inconvenientes, por lo que todo apunta a que seguiré fotografiando con dos cámaras durante un tiempo.