Gran formato y … ¿Scheimpflug?

Os preguntaréis qué tiene que ver el Gran Formato con este nombre impronunciable…

Ese nombre es debido a un capitán de la armada austríaca llamado Theodor Scheimpflug, que lo utilizaba para corregir distorsiones de perspectiva en fotografía aérea (aquí la primera pista de por dónde va este artículo 😉), aunque el propio Theodor atribuía la regla al inventor e ingeniero francés Jules Carpentier (¡gracias Wikipedia! 🙂).

Para explicaros en qué consiste, qué mejor que con un ejemplo, ¿no? Pues os voy a mostrar alguna foto que realicé utilizando este principio con una cámara de gran formato.

Madrugamos un poco, y me voy con un amigo al hayedo de Otzarreta (Parque Natural de Gorbeia).

Al llegar estábamos a tres graditos bajo cero, pero al haber madrugado, teníamos todo para nosotros 🙂

“¿Txema, tres grados bajo cero y te has quitado la chamarra?”.

Pues sí, así somos los de Bilbo 😉

Comenzamos a disparar las primeras fotos, mi colega con una Fuji de 6x9 y yo con la Sinar de gran formato (4x5”).

Como primera foto está bien, pero habíamos venido a experimentar con la ley de Scheimplug…

Utilizando este principio, intentamos sacar todo el riachuelo de la foto anterior a foco (principalmente la rama que está más cerca en el agua) pero manteniendo una apertura de diafragma grande… ¡¡y lo conseguimos!!

En esta foto podréis comprobar como efectivamente la zona del riachuelo y la rama están correctamente enfocados, pero veréis un efecto curioso si os fijáis en el primer árbol junto al río a la derecha… El tronco está enfocado, ¡¡pero la parte superior no!! ¿Cómo es posible? ¿Es un fallo de escaneado? ¿Lo ha editado Txema en el ordenador para engañarnos? ¿Es tan malo que ha conseguido lo imposible para estropear la foto?... Bueno, esto último hubiera sido lo más factible, jeje, pero lo cierto es que esto es debido a un plano de enfoque que no es perpendicular al suelo… ¿Comorrrr?... Tranquilos, nos vamos a otro sitio para explicarlo.

Aprovechando el espléndido día que hace, comemos un bocadillo rápido y nos vamos a la preciosa playa de Sopela.

Para comprobar el efecto de aplicar la ley de Scheimplug, colocamos la cámara en la parte superior de unas escaleras que bajan a la playa.

Apuntamos en paralelo a las escaleras, mantenemos una apertura grande para tener poca profundidad de campo y… Click.

En esta imagen comprobaréis que la parte cercana de las escaleras y la barandilla están enfocadas, pero según comienzan a bajar se empieza a perder el foco (hasta aquí como siempre).

Ahora, manteniendo la misma apertura de diafragma y velocidad de obturación, vamos a tratar de sacar todas las escaleras a foco con algunos pequeños ajustes de la cámara utilizando la ley de Scheimplug… Click.

¡Magia! Ahora ya tenemos todas las escaleras a foco como queríamos, sin haber necesitado cerrar el diafragma… Pero al igual que pasaba con el Haya de la foto anterior, aquí podéis ver que las partes altas de las barandillas están desenfocadas…

Venga, vamos a explicar cómo lo hemos hecho.

Para la primera foto, dispuse la cámara en paralelo a las escaleras sin hacer más ajustes.

Enfoqué la cámara a un peldaño cercano (punto verde) y al tener un diafragma grande, la profundidad de campo era pequeña… El plano de enfoque que pasa por ese punto (línea verde) es paralelo al plano del objetivo y al de la película, ya que se juntan en el infinito (¿Os acordáis de esta clase de geometría en el colegio? Pues para esto sirve, jajaja).

Todo lo que queda fuera de la zona verde quedará desenfocado…

Ahora lo que hacemos es bascular hacia delante el frontal del objetivo (“front tilt”), y buscamos el ángulo adecuado para conseguir ver a foco tanto el primer peldaño de la escalera como el último (puntos verdes).

Para explicarlo, y sin entrar en detalles técnicos de geometría y óptica, ahora lo que estamos haciendo es enfocar sobre un plano que también se cruza como antes con los planos del objetivo y el de la película (planos azules), pero que en lugar de cruzarse en el infinito se cruza en una línea cerca del suelo (línea roja), por lo que el plano de enfoque ya no es un plano paralelo al del frontal del objetivo y de la película sino un plano paralelo a los peldaños de las escaleras (plano verde).

Manteniendo la misma apertura de diafragma que antes conseguimos que todos los peldaños estén a foco, pero lo que queda fuera de la zona verde quedará desenfocado, por eso las partes altas de las barandillas están desenfocadas.

Sabemos que si cerramos el diafragma conseguimos más profundidad de campo (por delante y por detrás del plano de enfoque), pero en este caso, ¿cómo quedaría la zona de enfoque si cerramos el diafragma?

Pues simplemente tendríamos un ángulo “⍺” mayor en ese “triángulo” de enfoque.

Y me preguntaréis: “Pero Txema, ¿para qué quieres hacer esto aquí si podrías conseguir enfocar todas las escaleras a la vez simplemente cerrando el diafragma mucho?” 

Pues aquí simplemente para que entendáis el efecto, queridos Padawan 😉

Esto tiene más utilidad cuando precisas disparar a velocidades altas de obturación, por ejemplo. Si esa foto sin bascular el frontal del objetivo, la hice por ejemplo a f/5.6 y 1/125s, si quisiera cerrar el diafragma a f/32 para sacar todos los peldaños a foco tendría que disparar a 1/4s (aumentar el tiempo 5 pasos) para mantener las mismas condiciones de luz sobre la película. En este caso daría igual, porque es una composición estática, pero ¿y si fuera algo que está en movimiento?

Veamos otro ejemplo:

En este caso, nuestra intención es sacar enfocada la línea de rocas que sale de la arena hasta la roca del fondo, pero no solamente eso, nos gustaría que además cuando rompa una ola sobre esa roca en el mar, las gotitas de agua salieran enfocadas.

Si hiciéramos una foto “normal” (entendiendo por “normal” a la disposición de la cámara con plano frontal del objetivo y película paralelos), precisaríamos cerrar bastante el diafragma para tener buena profundidad de campo, lo que requeriría aumentar el tiempo de exposición lo que haría que la ola rompiente saliese movida. Por ello, aplicamos aquí nuevamente la Ley de Scheimpflug para permitirnos mantener una apertura de diafragma grande con velocidades de obturación más rápidas, y sacando a foco toda la línea de rocas hasta la rompiente en la roca del fondo.

Hacemos los ajustes adecuados, basculamos el frontal del objetivo hacia adelante hasta conseguir que tanto las rocas cercanas a la orilla como la del fondo se vean enfocadas. Así lo vemos sobre la pantalla de enfoque:

“Txema, pero ¿¿qué has hecho?? ¡Que has puesto la imagen al revés!, jajajaja”.

Por si algunos no lo sabíais, al no tener espejo, la imagen que se proyecta en las cámaras de gran formato sobre el cristal sale volteada, tanto horizontalmente como verticalmente (milagros de la óptica, que incluso hace que la imagen que se proyecta en nuestro cerebro tras pasar por el cristalino también se vea volteada).… Así que los que disparamos gran formato estamos acostumbrados a ver todo “al revés” (por cierto, al estar la imagen volteada, pero proyectarse en nuestro cerebro también volteada, el resultado es… Que en nuestro cerebro se está proyectando bien, ¿no? jajajaja).

Así quedó finalmente la imagen:

Como veis, las rocas están enfocadas y la zona de la ola rompiendo está bastante “congelada”, aunque no lo suficiente como me gustaría, así que ya tengo excusa para volver a repetir la foto…

Antes de acabar el artículo, un par de comentarios rápidos

Primero, indicar que el efecto de enfocar sobre un plano no paralelo al del frontal del objetivo y al de la película se puede conseguir también basculando el respaldo trasero de la película (“back tilt”), pero esto suele ser menos aconsejable ya que distorsiona levemente la imagen final (a menos de que sea el efecto buscado).

Por otro lado, indicar que también se puede utilizar el efecto para, por ejemplo, enfocar una pared que discurre desde donde estamos hacia el fondo, girando uno de los dos soportes (objetivo/película) sobre el eje vertical (movimiento que se llama “swing”). Y si nos queremos volver todavía más locos, se puede combinar los dos efectos a la vez por lo que el enfoque final se realizaría en el punto donde se juntan los dos planos que hemos creado con el tilt y el swing simultáneamente, por ejemplo, para sacar una foto del ojo de una persona, pero que el resto de la cara (incluido el otro ojo) salga desenfocada… Muy loco, ¿no? Jajaja

Así que como veis, utilizar una cámara de gran formato no solamente es útil para conseguir mayor detalle y calidad de los negativos que nos permitan grandes ampliaciones, sino que también nos permiten estas modificaciones de perspectiva que como veis tanto juego nos puede dar.

Txema Mira

Bilbaíno aficionado a la fotografía analógica desde hace más 25 años, enamorado de las cámaras totalmente mecánicas. Disfruto hacer todo el proceso por mi cuenta, desde la toma de la imagen, el revelado, el positivado y la enmarcación.

https://www.instagram.com/txema_mira_photo/
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