El 110 también existe
Usando la Pentax 110 en mis fotos de danza
A finales de 2022 y tras muchos años sin disparar en analógico, me reencontré con la que ahora mismo, es una de mis grandes pasiones, la fotografía analógica. Por aquellas fechas, en un viaje a Madrid con mi madre, me regaló una Diana Baby y oí hablar por primera vez del formato 110. Me dijeron en la tienda… “Te dará la calidad de un móvil viejo”… ¡Y ahora me río de esas palabras! La trasteé y disparé algunos carretes con ella, pero al verla de plástico tan pequeñita y tan frágil, dejé de usarla por miedo a que se rompiera.
Y de repente, unos meses después, empecé a oír hablar de la Pentax 110, y veía resultados con ella y pensaba… No puede ser que una cámara tan pequeña haga esas fotos. Así que a la que pude, me hice con una Pentax Auto Super 110 gracias a mis amigos de Miyagi Studio y se hizo la magia.
Lomography es la única marca que sigue fabricando carretes de 110 y hasta el momento, he disparado Color Tiger y Lobster Redscale, y ahora mismo, me sería muuuuy difícil escoger uno de los dos ya que ambos me han dado fotos geniales. Pese a que mucha gente piensa que el 110 es para jugar y que con él no se pueden obtener buenos resultados, hoy he venido a romper el mito con mis fotos. Obviamente no vas a tener los mismos negativos y el mismo rango cromático que te den una Hasselblad o cualquier cámara de formato medio, pero por ejemplo, hice una encuesta en mi Instagram preguntando con qué cámara se había hecho esta foto, y ganó la Pentax K1000, porque si le quitas el margen… Pues cuela perfectamente como foto hecha con cualquier cámara de 35mm. Ahora, no sé si obtendría las mismas fotos con mi Diana Baby y estoy seguro que la esencia Pentax, también ayuda.
Para mí, las ventajas del formato 110 están muy claras. Cámaras pequeñas, que te puedes llevar a cualquier lugar porqué te caben en el bolsillo y que últimamente, yo las he estado usando como un refuerzo más en mis shootings de danza, tanto en estudio como en exteriores. Y la verdad, llaman mucho la atención y hacen que las personas se sientan interesadas por lo analógico y aún más cuando ven los resultados. Para mí, la Pentax Auto Super 110 está cumpliendo con creces su función cada vez que la saco a pasear (¡y a bailar!).
¿Y cuáles son para mí las desventajas de disparar en este formato? Pues, en primer lugar, que como he dicho antes, solo encuentras carretes de 110 por parte de Lomography y a veces, no son fáciles de conseguir porque no todas las tiendas los tienen (¡ni los revelan!) y si tienes que pedir directamente a la marca, pues a veces tardan mucho en llegar. Por otro lado, tengo una relación amor-odio con el marquito que rodea las fotos que, por un lado, te da aún más rollito vintage, y queda bien en algunas fotos, pero a la que tienes que reencuadrar o poner la foto recta, pues te da problemas.
Sinceramente, y aunque como todo, tiene sus desventajas, recomiendo mucho el uso del formato 110 y es más, la Pentax 110 me parece una opción perfecta para ello. Es una cámara que si tienes la suerte de encontrar el kit con varias lentes, igual que yo, puede ser muy versátil y te puede funcionar muy bien tanto con mucha como con poca luz. Los colores del Lomo Tiger me gustan mucho porque son vibrantes y saturados y tengo ganas de probarlos este verano, mientras que el Lobster me ha gustado mucho en estudio, dando unos tonos vintage súper románticos.
Si sois como yo y os gusta llevar una cámara siempre encima… Ya sabéis, pese a las malas lenguas, el 110 es una opción más totalmente viable ¡y que te puede dar fotazas!