Analógicxs por el mundo: Mauro Uliassi, @latinoamericaanalogica
Mauro vive cerca de la ciudad de Rosario, Argentina y está en el mundo de la fotografía desde el 2004, haciendo analógico mayoritariamente y compaginándolo con el digital cuando éste empezaba a surgir. Aunque no sabe por qué empezó con la fotografía, ya dese pequeño jugaba a ser fotógrafo con una cámara Agfa de su abuelo que no funcionaba. De adolescente empezó a interesarse por la fotografía, hizo un curso en su ciudad, en analógico, y después de eso siguió de manera autodidacta a través de libros e internet. La oferta formativa de fotografía analógica no es muy abundante aunque cree que depende mucho del lugar donde vivas… igualmente hay que buscar mucho, dice. A este respecto, estamos de acuerdo que si quieres hacer algo de foto, tienes que buscarlo tú mismx. Le cuesta encontrar información en castellano y de calidad y se declara muy fan de Disparafilm.
La fotografía para él es un hobbie, no se dedica profesionalmente pero a raíz de ver que la información que encontraba cuando buscaba sobre fotografía analógica era de EEUU, Asia o de Europa pero no de latinoamérica, decidió hacer un blog. Empezó en pandemia, en diciembre de 2020, preguntándose dónde estaría la gente que es tan apasionada a la fotografía analógica como él. Empezó poco a poco a integrar gente de México y Argentina y después de otros países. Hace entrevistas o charlas con gente de diferentes países y temáticas para conocer cómo va la fotografía y entender el fenómeno mundial. Entrevista e investiga cómo está el continente, haciendo directos a través de Instagram.
Tiene una sección llamada Dudas analógicas la cual creó en parte pensando en él, porque es una manera de cuestionarse sus conocimientos sobre fotografía a través de las dudas de los demás, y a parte, una manera de aprender, pues tenía que empaparse de aquella información que no sabía para poder contestar las preguntas de la gente.
Dentro del mundo de la fotografía se queda con la parte del cuarto oscuro: “El encanto de la foto en blanco y negro está en la copia física. Es donde conectas realmente con la fotografía”.
Sobre la famosa pregunta a cerca de la moda de la fotografía analógica, nos dice:
Cree que la ola va a pasar pero confía que haya un porcentaje de personas que se queden. El tema económico no cree que sea motivo para desistir si realmente te gusta la fotografía:
“Será disparando menos, administrando mejor los rollos, probando en blanco y negro, comprando menos cámaras o consumir bobinas para abaratar costes…”
La compra de carretes la hace en Rosario, en un par (literal) de tiendas donde venden película aunque que abusen de los precios. También hay personas que a nivel individual venden a un precio más empático… La estrategia es juntarse 3 o 4 personas y pagar el envío juntes cuando se hacen pedidos a Buenos Aires, por ejemplo. En general, cuanto más pequeño es el país, por una cuestión demográfica, más dificultades se encuentran. La razón es sencilla: Muchos intermediarios y muchos impuestos: los de importación, retenciones en aduana, distribuidores mayoristas, distribuidores oficiales y comercio final.
En este punto afirma que Latinoamérica tiene muchos puntos en común, como las dificultades económicas, los gobiernos, las manifestaciones sociales permanentes, exclusión…
“Si tengo que comer arroz, comeré arroz, pero no me va a faltar película en la heladera”.
Sobre la fotografía analógica opina que hay gente que le gusta el analógico por la incertidumbre o que hacen fotografía experimental como los filmsoup. La foto estenopeica no se estila excesivamente en los últimos tiempos, al igual que el cuarto oscuro por ser procesos más difíciles de mostrar y compartir por redes, que es como se vive ahora, además de por ser un proceso muy solitario.
Opina que la gente, sobre todo la gente joven, no se revela mucho en casa y que mandan los carretes a laboratorios.
Los jóvenes usan la fotografía analógica como modo de expresión: La pelusa, el desenfoque, el polvo… es un reflejo de la sociedad. La fotografía analógica puede ser una manera de dejar de lado el control, salir de las estructuras convencionales, de lo que está bien y mal en fotografía.
Si no conocéis las entrevistas que Mauro realiza a través de su cuenta de Instagram, os invito a que le echéis un ojo, ¡merecen muchísimo la pena!
Y después de esta charla saco dos conclusiones:
Por un lado, y quien haya seguido estas entrevistas a lo largo de casi un año estará de acuerdo conmigo, es que la situación de la fotografía analógica en América latina es más compleja que en España, Europa y Estados Unidos pero a su vez, considero que tienen mucha más capacidad de adaptación y resiliencia. Mientras que aquí nos quejamos de la subida de precios y nos resistimos a aceptar lo que está pasando, las personas Latinoamericanas con las que he hablado generalmente han tenido una actitud más conformista en este sentido y con una mirada en la búsqueda de alternativas.
La otra, que más que una conclusión es una reafirmación, hablar sobre fotografía, mostrar las dudas y compartir resultados me parece increíblemente gratificante y beneficioso para aprender sobre algo que nos apasiona y que abarca un mundo entero.
Desde Disparfilm, y particularmente desde mi posición, agradezco de corazón a las personas que invierten su tiempo y energía en hacer posible que el resto aprendamos y disfrutemos con charlas, entrevistas y artículos.
¿Qué opinas? ¡Hablemos!