Mi experiencia disparando Santa Rae 1000

Aficionado, hobby, entretenimiento…. Mi nombre es Txema, y estas palabras definen mi relación con el mundo de la fotografía analógica. Soy de Bilbao, y como otros amigos de Disparafilm dicen, comencé hace unos 25 años cuando la fotografía analógica era simplemente “fotografía”. Me gusta disfrutar de todo el proceso, desde la toma de la imagen, el revelado del negativo y la ampliación de las copias en mi casa. Tuve el hobby aparcado durante 8 años, pero en una comida de trabajo hace unos 6 años, el compañero que me metió en el formato medio (y después en el gran formato) al venderme una de sus Hasselblad, me pidió que hiciera yo la foto de grupo con su Rolleiflex 2.8F, y al dispararla…. “Oh my god!!!”, me hizo reconectar con los sentimientos de antaño y desear tener una cámara igual y retomar la fotografía analógica. Y así lo hice (gracias José Luis).

Hace unos meses leí en las redes sociales que los compañeros de Kamerastore, a los que he comprado material fotográfico en algunas ocasiones, estaban liquidando la película de Santa y destinando lo obtenido al pueblo ucraniano para ayuda humanitaria, así que decidí comprar algunos carretes para probarla y ayudar un poco a la causa.

La película

Compré la película de sensibilidad ISO 1000 (la de 125 ya se había liquidado), lo que por otra parte pensé que no me vendría mal para disparar por mi tierra, que suele estar nublado o lloviendo muchos días, jejeje.

Para probarla, decidí sacar unas fotos de mi hija jugando voleibol en la playa de Plentzia (precioso pueblo costero que os gustará si venís por Bilbao). Me gusta disparar con cámaras totalmente manuales y mecánicas con objetivos fijos, pero para el tema “deportivo” decidí rescatar mi querida F80 junto con un objetivo Nikon 35-70mm 2.8 para aprovechar las ventajas que en estas situaciones brinda un zoom con enfoque automático y fotómetro integrado. 

Al meter el carrete en la cámara, lo primero que me sorprendió fue la delgadez de la película. Para quien no la conozca, es una película de vigilancia aérea rusa (de ahí el motivo de no seguir comercializándola por parte de los amigos finlandeses).

Aproveché el día para sacar fotos, no solamente de mi hija jugando en la playa, sino algunos paisajes que había por la zona. El carrete me brindó la oportunidad de inmortalizar 38 momentos que acontecieron durante aquella mañana de sábado.

Los resultados

Tras revelar la película y guardar los negativos en las hojas de pergamina (¡qué difícil meterlos siendo tan finitos!), aguardé unos días hasta que tuve tiempo de escanearlos. He de decir que no pongo mucho empeño en el proceso de escaneado, ya que básicamente lo utilizo como un sustituto a las hojas de contacto para después ampliar en laboratorio. De hecho, he de confesar que las fotos que pongo a continuación las he tenido que volver a escanear para conseguir algo más de calidad, jeje… Para escanear utilizo con un Epson Perfection 4990 Photo.

Estas son mis impresiones tras disparar un único rollo de esta emulsión, así que no he podido probarlo en diferentes situaciones para sacar unas conclusiones más “contrastadas” (valga aquí el juego de palabras, jeje).

Se puede apreciar un grano bastante acusado, pero a la vez con nitidez suficiente para mi gusto. Se supone que es una película muy contrastada, pero a pesar de ello, conseguí mantener las sombras con algo de detalle (como decía, los días nublados por Bilbao ayudan a esto). Habrá que ver cómo se comporta con días más luminosos, aunque para estos casos no necesitaríamos la alta sensibilidad de esta película (pero ya que la tenemos, habrá que probarla también, ¿no?).

Así que ahora toca seleccionar algunas de ellas y meternos al laboratorio. ¡Vamos a ello!

Positivado

Tras alguna prueba inicial, decidí utilizar unas hojas de papel Ilford Ilfospeed RC Deluxe Grado 2 perlado, realizando unas ampliaciones de tamaño de imagen de 11 x 17 cm.

El hecho de que sea una película tan fina no supuso ningún problema a la hora de meter el negativo en la ampliadora para positivar, así que pude trabajar sin ningún tipo de complicación ni dificultad adicional.

En cuanto al resultado de las copias, a pesar de haber observado claramente el grano sobre la película, en las ampliaciones no se aprecia un grano fuerte (si bien es cierto que el tamaño de las ampliaciones no fue grande). 

En la parte de las sombras me costó un poco sacar los detalles que se ven que sí existen en el negativo, pero esto lo acuso más a un fallo mío durante el proceso de ampliación que se podría corregir trabajando algo más en el laboratorio (quizás con un papel de grado inferior, o utilizando técnicas de Split-grade u algún otro tipo de técnicas un poco más avanzadas).

No obstante, las imágenes que se muestran son escaneadas con el mismo escáner “viejito”, con el cual no he sido capaz de sacar los detalles que sí se aprecian en los negativos tanto en las sombras como en las altas luces del cielo (realmente hay separación con el blanco del marco que rodea la imagen) y percibo en la imagen escaneada más grano del que realmente aprecio en la fotografía. Pero bueno, si queréis ver cómo quedan en papel os podéis acercar un día a Bilbao a tomar una cerveza y os las enseño u os atrevéis a disparar la película y positivar vosotros mismos.

Conclusiones

En general, estoy muy satisfecho con los resultados que he obtenido, y más todavía después de realizar las ampliaciones en laboratorio, ya que pensaba que el grano resultante podía ser un poco molesto, lo cual no ha sido así.

Me gustó el comportamiento de la película tanto para las fotos de paisaje como para los retratos que realicé. Hasta ahora solamente había disparado película Ilford o Kodak en blanco y negro, y nunca me había salido de ahí.

El hecho de haber conseguido meter en rango de manera bastante satisfactoria las luces y sombras puede ser debido al menor contraste real existente el día en el que realicé las tomas por ser un día un poco nublado, y probablemente con un día mucho más luminoso no habría obtenido este éxito, pero esto no puedo corroborarlo hasta que no lo pruebe. Todavía me quedan otros cinco carretes para hacerlo, así que seguiré haciendo alguna prueba más.

Y tú, ¿te atreves a dispararla? Pues ánimo, y cómo dirían los anuncios de la tele: “¡¡Corre!! ¡Que se acaban!”.

Txema Mira

Bilbaíno aficionado a la fotografía analógica desde hace más 25 años, enamorado de las cámaras totalmente mecánicas. Disfruto hacer todo el proceso por mi cuenta, desde la toma de la imagen, el revelado, el positivado y la enmarcación.

https://www.instagram.com/txema_mira_photo/
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