Un recorrido por el color en PhotoESPAÑA’24

Planteo aquí una selección, dentro de la actual edición del Festival PHotoESPAÑA, de muestras en las que el color tiene un protagonismo destacado. No pretende ser ni la mejor ni la más completa, simplemente es lo que a mi me ha resultado más interesante de lo que he tenido oportunidad de ver (en espacios madrileños), y me gustaría acercarla a quien no pueda disfrutarla en persona.

BORIS SAVELEV: Viewfinder, una forma de mirar

Hasta el 14 julio 2024. Espacio cultural Serrería Belga.

No conocía a Savelev, pero me ha entusiasmado. Quizá por el efecto sorpresa, pero es una de las exposiciones que más me ha gustado de lo que he podido ver últimamente.

Artista soviético, nacido en 1947 en Ucrania, hoy en día sigue en activo.

Trabaja principalmente en la calle, aprovechando la luz del amanecer o del atardecer. Sus imágenes buscan detalles sutiles, a menudo poéticos, en los que el color juega un papel muy importante en la composición.

Alejado de la de la fotografía soviética oficial, con sus temas establecidos y sus rígidas reglas estéticas, formó parte de un grupo de fotógrafos independientes casi sin visibilizar hasta que las políticas aperturistas de la Perestroika les dio la oportunidad de ser reconocidos internacionalmente.

Esta retrospectiva, aunque muestra algunas imágenes en blanco y negro, se centra en exhibir su trabajo en color, desde los ochenta a la actualidad.

Trabajó con Orwochrom soviético, con Kodachrome cuando podía conseguirlo, y ahora en digital.

Desde el primer momento, la materialidad de la fotografía ha sido muy importante para él. Experimentó con diferentes técnicas de positivado, como técnicas “clásicas” de laboratorio, técnicas pictorialistas (gomas bicromatadas, calitipias, carbón) y otras.

Investigando la forma de producir la imagen de modo que mantuviera las cualidades que buscaba, y ahora con la impresión digital, ha participado en el desarrollo de una impresora de pigmentos multicapa sobre gesso, cuya profundidad en las sombras es notable.

Boris Savelev y su mujer, Natalia, huyeron de Ucrania al comienzo de la guerra y se refugiaron en Madrid y luego en Vigo, donde residen actualmente.


GONZALO JUANES: Una incierta luz

Hasta el 21 de julio. Sala Canal de Isabel II.

Gonzalo Juanes (1923 -2014), perito industrial y fotógrafo por vocación, se inició en la fotografía como medio de expresión al trasladarse a Madrid por motivos profesionales.

Miembro del grupo AFAL, pero desde aspectos más teóricos que fotográficos al alejarse su interés de lo imperante es ese momento, mantuvo una relación profundamente intelectual con Oriol Maspons, Gabriel Cualladó o Carlos Pérez Siquier, por citar algunos.

Es pionero en la historia de la fotografía española contemporánea por su apuesta por el color, adoptando para sus imágenes la diapositiva Kodachrome en 1957, momento en el que la mayor parte de sus contemporáneos empleaban exclusivamente la fotografía en blanco y negro.

La temática de su obra fue variada, centrándose en los paisajes mineros y sus habitantes asturianos, escolares, rincones de Gijón o las calles de Madrid. Siempre una temática de proximidad.

La suya es una fotografía documental, y aunque sus series atemporales vistas en conjunto puedan tener una lectura como reportaje, no muestran una narrativa muy definida.

El color, aunque muy presente, no es propiamente un elemento compositivo. Estaba más interesado en la luz como tal, y en capturar momentos reales, fuera de cualquier escenificación o puesta en escena.

“Para mí, la fotografía sigue siendo en primer lugar un simple documento en el que se intenta captar un fugaz momento de lirismo”.

La muestra, además de copias, permite ver una presentación montada en cajas de luz retroiluminadas y abundantes proyecciones, referenciando a que el fotógrafo solo mostraba sus obras proyectando sus diapositivas.

Puedes encontrar una “visita virtual” aquí


ERWIN OLAF: Narrativas de emancipación, deseo e intimidad

Hasta el 14 de julio. Centro Cultural de la Villa. Teatro Fernán Gómez.

En la próxima parada, haremos un gran salto estilístico:

Erwin Olaf (1959-2023) ha sido uno de los grandes renovadores de la estética narrativa de la fotografía escenificada. Sus composiciones son muy cinematográficas, generalmente muy elaboradas, teatralizando escenarios que buscan narrar el relato congelado de su interés. Aunque tuvo una amplia carrera comercial, así como en retrato editorial, en esta muestra podemos encontrar otros territorios de su obra, más complejos y personales.

La sexualidad fue tema fundamental en los primeros años de su carrera, y es reconocido mundialmente por unas imágenes que son un homenaje a los marginados y la comunidad LGTBIQ.

Más recientemente ha explorado otros aspectos del cuerpo humano, más introspectivos que concentra conceptos como el aislamiento, la falta de comunicación, la tristeza o la decepción.

Con fotografías, vídeos y vídeo-instalaciones desde los años 80 hasta la década de 2020, la exposición se presenta como un gran homenaje a la carrera artística del neerlandés, fallecido en 2023.


ROB WOODCOX: Bodies of Light

Hasta el 26 de julio. Arma Gallery.

Otro autor contemporaneo que trabaja de forma conceptual, con una obra creativa e imaginativa.

“Cuerpos de luz” es una serie de imágenes que forman parte de un proyecto más amplio, donde Woodcox fusiona la gracia del movimiento humano con el entorno, creando representaciones que transcienden lo físico para capturar la esencia misma de la vida en movimiento.

La meticulosa simetría y los patrones presentes en sus composiciones evocan una sensación de orden divino, invitando al espectador a sumergirse en un mundo de equilibrio y armonía.

Más allá de la estética, la obra de Woodcox aborda temas como la diversidad, la identidad queer, la justicia ambiental o nuestra conexión con la totalidad del cosmos. A través de su expresividad artística, busca alimentar una nueva forma de comunicación, una que trascienda los límites de la sociedad moderna y nos invite a reflexionar sobre la existencia y la eterna danza de la luz que nos rodea.

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