Mis primeros pasos con Split Grade
La primera vez que escuché hablar de la técnica que se conoce como Split Grade Printing fue hace muchos, muchos años atrás, creo que con el nombre de Split Contrast, pero viene a ser lo mismo. Recién nos estábamos acostumbrando al uso de los papeles de contraste variable (sí, había una época donde los papeles eran únicamente de grado fijo… y yo ya estaba haciendo fotos...), y vino alguien contando de esta novedosa técnica que hacía maravillas, que daba resultados asombrosos, imposibles de lograr de otra manera.
La idea era que, en vez de escoger entre los doce filtros del kit, el del grado adecuado para la fotografía a copiar, utilizar únicamente el filtro que da el más bajo contraste, -1 o 00, y el de mayor contraste, 5+ o 5, para realizar dos exposiciones sobre el papel, cada una con uno de estos dos filtros. Prometía fotos perfectas casi sin esfuerzo. Exponiendo con el filtro 00 se daba detalle en las zonas más claras, y con el 5 se levantaban los negros. El resultado mágico debía ser el máximo detalle y negros profundos.
Recuerdo que, con un compañero, descreímos de inmediato de dicha promesa. Nuestro razonamiento lógico indicaba que cualquier combinación de esas dos exposiciones debía terminar dando exactamente el mismo resultado que utilizar un filtro determinado. A lo sumo, podría lograr gradaciones intermedias, pero, al tener un juego de filtros que varían de a medio grado, el beneficio sería despreciable. Los papeles de contraste variable tienen dos capas de emulsión, una de muy bajo contraste sensible al verde, y otra de muy alto contraste sensible al azul. Si con el filtro amarillo solo afectamos a la capa sensible al verde, y luego, con el filtro magenta, sólo exponemos sobre la emulsión sensible al azul, obtenemos una imagen compuesta por la exposición de ambas capas, que debería poder lograrse con un filtro intermedio que deje pasar luz verde y azul en esa misma proporción.
“Probalo y te vas a sorprender”, me dijeron. Nunca lo probé… hasta ahora.
Probando la técnica Split Grade por primera vez
Efectivamente, mi razonamiento lógico no estaba errado, pero sí estaba basado en mi experiencia previa. Y mi experiencia previa, estaba basada en trabajar con papeles de grado fijo. En ese entonces, había que comprar dos o tres sobres de papel de diferente grado si querías tener opciones de contraste (y luego jugar con la temperatura y dilución del revelador para variaciones menores). La gran ventaja que los papeles multigrado suponía, era la de tener todos los grados de contraste, en un único sobre de papel. Pero la técnica de Split Grade abre una nueva posibilidad, que no contemplé en ese momento, la de obtener diferentes grados de contraste en la misma hoja de papel.
Es cierto que en algunas fotos complicadas ya había estado sacando cierto provecho de esta capacidad. Luego de hacer pruebas con diferentes filtros para elegir el contraste adecuado para la fotografía, y de escoger diferentes tiempos de exposición para las diferentes zonas de la imagen (sin variar el contraste), en ocasiones quizá quedaba una zona demasiado clara (generalmente los cielos), que para levantarle un poco el detalle había que incrementar demasiado el tiempo de exposición, haciendo que el apantallado se complicara. En estos casos, el truco que permite el papel multigrado es utilizar el filtro 00 al adicionar exposición en esa zona para que los sutiles grises emerjan más fácilmente.
Pero utilizar Split Grade permite un control más preciso del contraste dentro de la misma copia. Ya no hay necesidad de probar diferentes filtros. Variando el tiempo de exposición con el filtro amarillo se puede regular el grado de detalle (especialmente en las zonas claras), y el filtro magenta permite controlar la profundidad de los negros (tal como rezaba la promesa original), pudiendo así escoger el contraste deseado. La riqueza de este método radica en poder determinar diferentes tiempos de exposición en cada zona de la imagen, para cada filtro en forma independiente. De esta forma, mediante el apantallado diferenciado en cada una de las dos exposiciones, no solo podemos elegir el tono apropiado, sino también el contraste más adecuado en cada zona de la imagen (cual si jugásemos con los controles de nivel de brillo y contraste de una aplicación de edición digital).
Puede resultar muy útil en fotografías con cierta complejidad de luces, que requieran los beneficios de la multiplicidad de contrastes. O también para fotos más sencillas, si lo que se buscase sea encontrar el contraste más adecuado para obtener la mayor amplitud tonal que el negativo pueda ofrecer.
En mi primera experiencia con esta técnica, quedé realmente sorprendido. En pocos pasos obtuve la combinación de tiempos de exposición adecuada para ambos filtros. Utilicé mayor tiempo de exposición con el filtro 00 en el cielo para levantar detalles y con el filtro 5+ para profundizar los negros de los tablones del piso. Y listo, me había ahorrado mucho tiempo de pruebas para lograr una buena copia.
Segundo intento con Split Grade
No siempre es la panacea. Requiere cierta práctica aprender a visualizar los efectos de cada filtro en la imagen final.
En la siguiente sesión, empecé confiado en repetir la experiencia. Pero luego de mucho más que un par de tiras de prueba, no lograba encontrar la combinación adecuada.
Está claro que las zonas claras se controlan casi exclusivamente con el filtro de bajo contraste, ya que una mayor exposición con el filtro 5+ no las afecta. También es evidente que, para las zonas oscuras, es el filtro de alto contraste el que se encarga de realzar los negros. Pero en esta ocasión no me gustaba cómo estaban quedando los grises medios, donde ambas exposiciones actúan, y me pasé gran parte del día probando diferentes combinaciones.
La conclusión fue que hubiera alcanzado con trabajar la copia con el grado de contraste deseado (digamos grado 3), y, en todo caso, utilizar los filtros extremos para ajustar detalles, ya sea para levantar zonas claras, como para incrementar el contraste en algún elemento particular. Claro, siempre y cuando elegir el contraste deseado no represente un problema. Porque reconozco que esta técnica permite obtener algo parecido a una tira de prueba de contrastes, pero es más compleja que una buena selección de un ojo entrenado.
En conclusión…
Ya en las últimas sesiones, y sobre todo después de la asesoría de Disparafilm, me estoy volviendo a amigar con esta técnica y creo que le empiezo a sacar provecho. Pero claro, implica un gran cambio en la forma de pensar y realizar una copia, muy diferente a cómo lo venía haciendo por más de 35 años. Y cambiar algo tan arraigado no es sencillo...
Acerca de cómo usar Split Grade paso a paso, hay muchos tutoriales en internet con diferentes aproximaciones. Se ve que no hay un consenso generalizado sobre la mejor forma de llevarla a cabo, y cada uno puede adaptarla libremente a su propia comodidad. Yo recién la estoy incorporando a mi repertorio, y seguramente iré encontrando mi modo.
¿Ya probaste Split Grade? ¿Cómo fue tu experiencia?