Al artista*
Esta fotografía está dedicada a Salvador Dalí y Silvio Rodríguez, porque me asombra en lo que pueden convertir una página en blanco. Justamente, la idea fue representar esa magia de crear una imagen, en este caso el retrato de una mujer, con una única pincelada (como hacía Droopy con su brocha).
Estuve casi todo un año trabajándola, y no sólo porque fue hecha en el cuarto oscuro (en el '89 aún no estaba de moda el Photoshop), sino que fue madurando y transformándose con el tiempo. Aquí uno de los primeros intentos.
Comencé tomando la foto de la cara de la mujer, que luego proyecté en la ampliadora y dibujé con lápiz en un papel. Sobre este boceto, tracé unos cuantos diseños de pinceladas posibles, siempre pasando por los puntos que me interesaba que se vieran (sus ojos, sus labios, etc.).
Algunos de ellos se convirtieron en pinceladas de témpera negra sobre una hoja en blanco.
El negativo del diseño seleccionado fue copiado por contacto sobre película gráfica. Lo mismo hice con este positivo, obteniendo así un nuevo negativo totalmente negro, con el trazo de la pincelada transparente.
Una tercera toma fue unos papeles salpicados con témpera de diferentes tonos de gris y el pincel apoyado, dejando un espacio en blanco donde luego iría el rostro (de nuevo, fueron varios los diseños probados).
Finalmente, la fotografía fue armada en el laboratorio. El negativo del rostro lo superpuse a la pincelada formando un "sándwich" que, colocado en la ampliadora, sólo proyectaba sobre el papel fotográfico la porción de la cara correspondiente a la pincelada. El resto quedaba totalmente enmascarado.
Luego, con la ampliadora apagada y con el papel todavía sobre el tablero, cambié el sándwich por el negativo del pincel y las hojas, que también fue proyectado sobre el mismo papel, obteniendo así la copia final.
Una curiosidad, Es que a la pincelada de témpera negra también le hice una toma con luz rasante, que fue incluida en el famoso sándwich para añadir la textura de la pintura. Pero al hacer la copia final, este triple sándwich resultó demasiado denso y no pude lograr enfocarlo sobre el papel.
*El artículo original puede verse en Las nueve musas
