Fotógrafxs por el mundo: Ariel Till (Argentina)
Ariel Till, Argentina
Debido a la necesidad de conocer la situación de la fotografía analógica en países hispanohablantes aparecen estas entrevistas a fotógrafxs, docentes, laboratoristas y en definitiva, gente que está íntimamente ligada a la fotografía analógica para conocer de primera mano su experiencia, costumbres, miedos y pronósticos sobre este mundillo que nos apasiona y forma parte de nuestra vida.
Ariel Till (Argentina)
Ariel Till, (Buenos Aires, Argentina) empezó con la fotografía en 1984 en los Foto Clubes, lugar donde por aquel entonces se aprendía. Hacían cursos de fotografía básica y también de revelado y positivado en laboratorio. En los Foto Clubes, además, se realizaban concursos que te obligaban a sacar fotos, revelar y ampliar de forma continuada y quien tenía éxito, empezaba a participar en los salones nacionales de fotografía organizados por la Federación Argentina de Fotografía (FAF). En estos salones, más orientados a la fotografía amateur, se ganaban premios y se podía aspirar a exponer en salones internaciones, donde otorgaban honores. Hoy en día estos Foto Clubes continúan con su labor didáctica aunque más en decadencia, adaptándose a los nuevos tiempos e impartiendo fotografía en digital.
En el otro lado del panorama fotográfico de la época se encontraban las galerías de arte, donde estaban los artistas y donde se encontraban producciones más personales. En este sentido, Ariel empieza a hacer fotografía más contemporánea, se aleja de la fotografía individual y empieza a colaborar con la fotógrafa argentina Vivian Galbán.
En el 2000 hace su primera exposición y en 2022 publica su primer libro, Filialidad/Biografía. Además, escribe sobre fotografía en la web Las nueve musas.
Esa sensación de hacer las fotos con mis propias manos.
Al preguntarle sobre cómo ve la situación de la fotografía analógica en estos tiempos, cree que está subiendo el consumo entre la juventud pero en un sentido de entretenimiento y diversión, usando desechables e instantáneas por las imperfecciones y el azar que este tipo de fotografía comporta. De esta manera, cree que en cierto modo se infravalora la fotografía analógica cediendo la profesionalidad a la digital.
No hay nada que aúne la comunidad analógica como Disparafilm. Lo más importante es tener un lugar donde poder hablar de nuestras fotos y métodos.
Actualmente dispara en formato medio y gran formato. Uno de los problemas con los que se está encontrando es la dificultad de encontrar placas, por lo que ha tenido que reinventarse y usar un adaptador para utilizar película de 120 en cámaras de 4x5.
Usa película Kodak porque es más barata que Ilford (aunque se tiene que amoldar a lo que hay) y respecto al papel fotográfico, prefiere consumir Ilford para no devaluar su trabajo. Su manera de fotografiar es disparando para los proyectos que hace, nada más. Trabaja sobre un tema, saca las fotos y las amplía, por lo que su consumo de carretes no es altamente elevado. Aun así confiesa tener algo de miedo de que se acaben los rollos o químicos.
Para comprar material, su primera opción son los comercios tradicionales aunque cada vez quedan menos y con menos variedad; como segunda opción utiliza grupos de Facebook o canales informales que comercializan con película y químicos. Los pedidos en línea no los ve viables porque tardan muchísimo en llegar y además salen muy costosos debido a aduanas e importación.
Las cámaras analógicas se pueden comprar en Mercado libre (un tipo de Wallapop) pero al no haber un valor de mercado, los precios están muy altos. En Facebook hay canales de compra-venta de material fotográfico donde se encuentran mejores precios.
No sé si mis fotografías son buenas o malas, son mías.
Nos habla de la empresa Romek, fábrica donde se produce y se vende toda la química necesaria para el laboratorio blanco y negro y donde además se comercializa con papel radiológico.
Argentina es uno de los pocos países de Latinoamérica donde se imparte el Grado universitario en fotografía por la universidad pública además de haber escuelas donde hacen cursos o talleres, similares a los que antaño se impartían en los Foto Clubes. En cualquier caso, lo que impera hoy en día es la fotografía digital y son pocos los centros donde se puede aprender sobre fotografía química.
Si queréis conocer más sobre este autor no dudéis en pasaros por su web Ariell Till o su instagram Tillari y como siempre, estáis invitades a opinar y sugerir en los comentarios del post ¿Qué os ha parecido?
