LOMO Smena 8M, un juguete con modo experto
Quiero presentarles una cámara que me gusta mucho. Es la LOMO Smena 8M. Sí, Lomo, pero no por Lomography sino por Asociación Optico-Mecánica de Leningrado (en ruso, claro), que era una de las industrias fotográficas de la ex-Unión Soviética. La marca Lomography, que se crea en 1992 en Austria, encuentra su inspiración y su nombre precisamente en una de las cámaras fabricadas por Lomo, la Lomo LC-A, pero esa ya es otra historia. En todo caso, podemos convenir que la Smena es una cámara lomográfica avant l’heure.
Smena es el nombre de una larga línea de cámaras fotográficas que se produjeron en masa y se vendieron muy baratas (lo siguen siendo), de uno y otro lado de la cortina de hierro. Son cámaras compactas y ligeras, casi enteramente hechas de plástico (baquelita en un primer momento). Cada modelo Smena venía con un número. Así, hay Smenas del 1 al 9 y luego la numeración se hace aleatoria, vienen la 11, 12 y 14, luego la 19, la 20 y la 35, alternando con nombres especiales como Smena Symbol, Automat, Rapid y Cosmic Symbol y no sé qué más. Existieron versiones para el mercado europeo con nombres como Panorama, Revue... En todo caso, es una familia numerosa.
En las primeras Smena de la serie (de la 1 a la 7), la cámara venía con un carrete vacío al interior y en el lado opuesto apenas un espacio vacío y es porque no se cargaba carrete, sino la película directamente. Se cargaba la cámara en la oscuridad, se ponía de un lado la película enrollada sin carrete ni nada y esta película se iba enrollando en el carrete a medida que se hacían las fotos... En Ebay todavía se pueden encontrar rollos de película de 36 exposiciones que no tienen carrete, película soviética de la marca Svema.
Smena 8, la peor cámara nunca fabricada
No recuerdo cómo llegué a tener mi primera Smena, recuerdo que era una Smena 8, que tiene un diseño bastante fuera de serie, similar a la 7 con la diferencia de que ya se puede poner un carrete normal. Recuerdo también que busqué información en internet para saber de qué se trataba y encontré varias opiniones que la señalaban como quizá, la peor cámara nunca fabricada en la historia. Los argumentos para esa calificación: fugas de luz, todo plástico, avance del film caótico, dobles exposiciones... Encontré también una foto de Mick Jagger con una Smena en las manos.
La peor cámara de la historia es, convengamos, un valor a tomar en serio. Hice algunas fotos con la Smena 8 y recuerdo que me fue bastante mal de principio a fin... Terminé arrancando el negativo para poder sacar el rollo y he debido, además, dañar su mecanismo de avance, que es uno de sus puntos débiles. Pero si he de ser sincero, todo eso se debió a que no fui riguroso al informarme sobre el manejo de la cámara. He podido comprobar luego que su sistema de avance o, mejor dicho, el sistema que bloquea el avance para avanzar cuadro por cuadro es muy delicado, si uno hace un poco de fuerza se rompe y si bien la película avanza, uno no sabe donde detenerse para tomar la foto.
Smena 8M, una actualización en varios aspectos
Tiempo después, encontré la Smena 8M, que presenta algunas mejoras respecto a las anteriores, sobre todo en lo que respecta al mecanismo de avance; las posibilidades de dañarlo son mínimas. El diseño es también diferente, más normal en lo que concierne a una cámara fotográfica, menos fuera de serie como las anteriores, aunque no deja de tener su gracia.
Al igual que la mayoría de cámaras de juguete, la medida de las distancias se puede hacer gracias al típico sistema de símbolos: retrato, grupo, immueble, montaña. Y para quien no se quiere complicar con la velocidad y la apertura de diafragma, en el objetivo se encuentra otro ingenioso sistema de símbolos que propone alineamientos de velocidad y diafragma en función del asa de la película y la luminosidad ambiente. Un semi-automatismo bastante ingenioso además de low-cost.
Lo que me gusta de la cámara es que se puede pasar a modo experto, es decir, se puede prescindir de los símbolos y lanzarse al aprendizaje de los elementos básicos de la fotografía ya que, además de los símbolos, se tienen los valores de velocidad y apertura de diafragma. Las distancias están también expresadas en pies y metros y, mejor aún, se tiene la siempre útil escala de distancias que permite determinar la profundidad de campo, la hiperfocal, etc.
Es interesante constatar que, dentro de ese esquema todo plástico, los creadores de la cámara decidieron dotarla de un objetivo de vidrio y más bien complejo. Se trata de un Triplet, que es una fórmula óptica bastante antigua, que data de 1893 y que, como el nombre lo indica, es una óptica que consta de tres lentes: una divergente entre dos convergentes y que supuso una revolución en su época ya que corrigió diversas distorsiones y aberraciones ópticas, a un costo interesante. El Triplet será una de las ópticas utilizadas en las cámaras soviéticas destinadas al gran público, como las célebres Lubitel.
Cosas a tener muy en cuenta. El avance de la película es independiente del armado del obturador, por lo que hay que acordarse de avanzar antes de armar y disparar si uno no quiere hacer multiexposiciones. Al mismo tiempo, si uno quiere hacer una doble exposición, la cosa es muy fácil, basta con no avanzar la película. Este aspecto me gusta de esta cámara, me gusta jugar con la doble exposición aunque debo reconocer que por ahora las dobles expoisiciones que me gustan más son las que hago accidentalmente.
Como sugería líneas arriba, uno de los puntos flacos de las Smena es el mecanismo de avance de la película. La Smena 8M presenta mejoras respecto a las anteriores, pero puede ser caótico. El avance se hace por una rueda giratoria que se detiene cuando se ha pasado de una toma a otra, solo que puede pasar aguna vez que no se detenga percisamente donde debería y se pierda un cuadro o se cuele una imagen a otra. Pasa en las mejores familias.
La obturación puede presentar un problema bastante enojoso. La palanca del obturador, que se encuentra en el objetivo puede verse obstruida por los dedos de la mano... Es una cosa de ergonomía de la cámara y morfología de la mano. No sé como explicarlo. La cámara se arma por la palanca del objetivo, pero el disparador está en el cuerpo de la cámara. Puede pasar que al apretar el disparador, uno tenga los dedos tan cerca del objetivo que estos obstruyan el retorno del obturador, forzando así una inesperada larga exposición.
Este problema fue superado en la Smena 35, la palanca del obturador está ubicada por encima del objetivo y ya no se choca con los dedos en su camino. El modelo me gusta menos, por lo demás, es muy similar. Existe también la Symbol, que ha remplazado la rueda de avance por una palanca más normal y ha acoplado el armado del obturador al avance de la película. Lastimosamente, a mi juicio, decidieron eliminar la escala de distancias dejando sólo los símbolos y se eliminó también la posibilidad de doble exposición.
Si me dan a elegir, mi preferida es la Smena 8M (que además debería ser la cámara a lucir un 8 de Marzo, en las manifestaciones). Me divierte mucho salir a fotografiar con esta cámara esperando poder sobrepasar las limitaciones que imponen sus defectos. Es una cámara con la que se aprende mucho, puesto que hay que estar siempre atento a lo que se va a hacer y hay que aplicar los fundamentos de la fotografía a cada momento.
Acompaño este artículo con algunas de las fotos que hice con esta cámara, como se verá, mi aprendizaje es lento y todavía deficiente. Pero la diversión compensa todo y, como se dice por ahí, nadie te quita lo fotografiado.