Floating in Water. Imagen de Toni Frissell - 1947

Nacida en Manhattan, Nueva York, en 1907, Toni Frissell fue una fotógrafa estadounidense que dejó una huella indeleble en el mundo de la fotografía. Su obra abarca una amplia gama de géneros, desde la moda y el retrato hasta la fotografía de guerra y el deporte. Frissell se destacó por su estilo natural y espontáneo, capturando momentos auténticos y llenos de vida.

Inicios en el mundo de la fotografía

Frissell se interesó por la fotografía siendo aún muy pequeña, siendo influenciada por su padre, el fotógrafo Frank Frissell, y su tío, Edward Steichen, ambos pioneros en el campo fotográfico. En este campo, su formación fue principalmente autodidacta ya que vivía en un entorno en el que la práctica de este arte era algo cotidiano.

Con formación como actriz, trabajó previamente en publicidad antes de comenzar su carrera como fotógrafa en la década de 1930. Su trabajo llamó la atención de la revista Vogue, donde trabajó como fotógrafa oficial durante más de una década. En Vogue, Frissell revolucionó el campo de la fotografía de moda, al alejarse de los escenarios rígidos y las poses artificiales para capturar a sus modelos en entornos naturales y en situaciones cotidianas.

Fotografía de moda y retrato

Las fotografías de moda de Frissell se caracterizaban por su elegancia y su capacidad para mostrar la belleza de la ropa y las personas en un contexto real.

Ella era una maestra en la captura de la esencia de sus sujetos, y sus retratos son considerados obras maestras del género.

Publicó regularmente en Vogue y posteriormente en su mayor competencia, la revista Harper's Bazaar.

Frissell retrató a una gran cantidad de celebridades e iconos culturales, incluyendo a Audrey Hepburn, Greta Garbo, Marlene Dietrich, Frida Kahlo (en la imagen) y Eleanor Roosevelt.

Fotografía de guerra

En 1941, durante la Segunda Guerra Mundial, Frissell sirvió como fotógrafa voluntaria para la Cruz Roja Americana y el Women's Army Corps (WAC, la rama femenina del ejército estadounidense).

Sus fotografías de la guerra son una crónica conmovedora de los desafíos y las hazañas de las mujeres y los hombres que lucharon en el conflicto. Frissell documentó la vida cotidiana en el frente, así como los momentos de alegría y camaradería entre las tropas.

Sus imágenes fueron utilizadas por el ejército en campañas de propaganda destinadas a luchar contra los prejuicios que la sociedad americana tenía sobre las mujeres y afroamericanos incorporados al ejército.

Fotografía de deportes

En la década de 1950, Frissell comenzó a trabajar para Sports Illustrated, donde capturó la emoción y el drama de los deportes profesionales.

Sus fotografías de tenis, golf, fútbol, y otros deportes son vibrantes y llenas de acción.

Frissell es considerada una pionera en la fotografía deportiva, y su trabajo ayudó a definir el género.

Legado y reconocimiento

En 1970, donó una impresionante colección de negativos, imágenes y manuscritos a la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos. Ese inmenso catálogo abarca sus cuarenta años de carrera, e incluye tanto sus retratos de personalidades bien conocidas como muchos de los trabajos que publicó en Vogue, Harper’s Bazaar y Sports Illustrated.

Dentro de este repertorio, archivado bajo el título The Toni Frissell Collection, encontramos alrededor de 340.000 ítems, siendo lo más interesante la selección realizada por la propia Frissell, que incluye sus 1.800 fotografías más importantes.

Enferma de alzheimer, Toni Frissell falleció en 1988, dejando un legado fotográfico que continúa inspirando a artistas y entusiastas de la fotografía en todo el mundo. Su trabajo se ha exhibido en numerosas galerías y museos de renombre, y sus imágenes forman parte de las colecciones de destacadas instituciones como el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York y el Centro Internacional de Fotografía.

Frissell es reconocida como una pionera de la fotografía de moda, habiendo roto con los esquemas tradicionales y establecido un nuevo paradigma en la representación de la elegancia y la belleza. Su trabajo también es valorado por su sensibilidad humana y su capacidad para capturar la esencia de sus sujetos, desde las grandes figuras de la época hasta las personas anónimas que habitan el mundo cotidiano. Toni Frissell fue una fotógrafa excepcional que dejó una huella imborrable en la historia de la fotografía.