Ciudad: Madrid
Provincia: Madrid
Lugar: Galería Blanca Berlín (Calle del Limón 28, 28015 Madrid)
Horario: Miércoles a sábados 11h – 14.30h / 17h – 20h
Web: Blanca Berlín
Instagram: @blancaberlingaleria
Email: galeria@blancaberlingaleria.com
Teléfono: 91 54 29 313
Entrada: Gratuita
Con la decadencia y muerte del dictador y su régimen militar de cuarenta años, a los pies de los españoles se abría un pavoroso abismo de silencio, incultura y aislamiento. Aunque las artes, la literatura, el teatro y la filosofía habían mantenido permanentemente encendida una pequeña y heroica vela en los sótanos del sistema, los que en esos temibles y excitantes momentos eran o comenzaban a ser jóvenes con inquietudes artísticas se encontraron ante un inmenso vacío de referencias, tanto del patrimonio cruelmente interrumpido de la creación autóctona, como de lo que el resto del mundo estaba alumbrando, solo discernible a través de los pequeños resquicios de la censura.
A pesar de ello, el entusiasmo, las ansias de experimentación, de provocación y de ruptura, así como la influencia de nuevas revistas como Nueva Lente, que fueron a su vez plataforma de expresión para los nuevos creadores, posibilitaron en la transición a la democracia un renacimiento de la fotografía, el diseño y la ilustración.
Antonio Lafuente, Miguel Ángel Mendo y Oscar Mariné, fueron parte de ese renacimiento creativo que situó a la capital de España en el mapa más vanguardista de aquellos lejanos días de los años 70 y comienzos de los 80.
En esta exposición se muestran algunos fotomontajes originales de Antonio Lafuente y Miguel Ángel Mendo, coloreados a mano con acuarela, óleo y gouache, que dieron lugar a un nuevo concepto de ilustración fotográfica a caballo entre el Surrealismo y el Pop Art. Ambos formaron el ya desaparecido Equipo Yeti.
De Oscar Mariné, creador de uno de los referentes de la cultura emergente de los 80, la revista Madrid me mata, hemos seleccionado cuatro obras significativas con las que contribuyó a iluminar aquellos años de cambio profundo en nuestra sociedad. En sus propias palabras, “eso que se conoce como la Movida madrileña era ni más ni menos que una época en la que nos apoyábamos unos a otros y se trabajaba de forma casi colectiva. Fuimos una generación solidaria”.