Ciudad: Madrid
Horario:
Martes-viernes : 11:00 - 20.00 h
Sábados : 11:00–14:00
Lugar: Espacio Mados (C/Conde de Xiquena 12, 1b )
Web: Espacio Mados
IG: @espacio_mados
TLF: 91 319 89 15
Giros, vetas, pliegues desprovistos de contexto y escala nos obligan a percibir formas tan perfectas como las que diseñan los grandes arquitectos o los modistos excepcionales en sus delicadas prendas. Las imágenes nos invitan a comprender que, a lo largo de la historia del arte, los maestros se han guiado por las estructuras de la naturaleza. Si inspirarse en las formas de la botánica o la geología era pertinente en la Grecia clásica o en el Egipto de los faraones o en el Cuzco de los incas, mucho más lo es hoy en día, cuando urge tomar concien- cia de que la naturaleza está en riesgo. El trabajo de Cabanillas nos propone ser testigos de la grandeza de la naturaleza y hacer de ella, más que una experiencia estética y un goce, una reflexión profunda, casi espiritual, sobre el respeto que le debemos. Cabanillas sabe bien que ante la majestuosidad de un cerro, de un desierto, de un desfiladero o de un glaciar solo cabe la humildad del que toma conciencia de su verdadero tamaño. Asombrarse ante la belleza y comprometerse con su conservación forma parte consustancial de la invitación que este tra- bajo fotográfico hace al espectador. Como los creyentes de las antiguas religiones, Cabanillas rinde homenaje a esos espacios donde le gusta perderse, colocándolos al alcance de nuestra vista y casi de nuestra mano. Son porciones de un paisaje y podemos muy bien imaginar el proceso previo y posterior al disparo de cada imagen: la mirada admirada del fotógrafo, los pasos que allí le condujeron. La soledad buscada del artista ante el sujeto es también la sole- dad en el laboratorio a la hora de trabajar las imágenes. Mirar es comprender, comprender es imaginar una realidad conectada con esta, pero alternativa.
Cabanillas nació en Madrid en 1958 y centra sus trabajos en la fotografía documental, específicamente en la exploración de la naturaleza en su multiplicidad de colores, texturas y formas, y en el reportaje en blanco y negro. Los trabajos sobre el mundo natural, desde una óptica conceptual, tienen como ejes fundamentales el encuadre y la descontextualización del tema fotografiado. Su identificación, localización, peso o tamaño no son tan relevantes como las emociones provocadas en el espectador a través de una visión abstracta y complementaria de la naturaleza.