Ciudad: Madrid
Horario:
Martes-sábado: 11.00 - 14.00y 16.00 - 20.00 h
Domingos, lunes, festivos y visperas: cerrado
Lugar: Sala Banco de España (Plaza Cibeles, 28014 Madrid)
Web: Colección Banco de España
La muestra reune más de 50 obras de piezas de la Colección del Banco de España en las que el hilo vertebrador son los motivos florares y frutales, que han estado presentes en iconografia del hombre desde tiempos remotos.
La exposición está organizada en cinco secciones: Flores y frutos para pensar la imagen: bodegones inimaginables; El bodegón: academia y vanguardia; El Barroco: florecimiento y fructificación; Gabinete botánico I: flores de otro mundo y Gabinete botánico II: mirar sin oler.
Las piezas que se exponen son diversas inlcuyendo tapices, alfombras, porcelanas, pinturas y fotografías hasta esculturas contemporáneas.
Fotograficamente, la segunda mitad de la muestra nos aporta mayor interés, sin desmerecer el resto de obras, de otras disciplinas. En la tercera sección ocho piezas ilustran Flores y frutos para pensar la imagen: bodegones inimaginables, que expresan cómo se ha transformado el género del bodegón, donde la fotografía ha tomado el relevo por ser el medio que mejor expresa la fugacidad, fruto de las preocupaciones de nuestro tiempo, que reflejan tanto el desecho de las sociedades de consumo como el giro de los temas que nos ocupan. En esa línea vemos una aproximación al género del brasileño Viz Muniz; esa composición tras una ingesta de Wolgang Tillmans en New L.A Still Life; ese colorista Gabinete nº 43 (Tillmans) de Sandra Gamarra; el efectista White Passage de la fotógrafa y cineasta Hannah Collins; las dos copias digitales de María Loboda con esas naturalezas muertas de lo que contiene un bolso de mujer; la composición homenaje con piña a Le Corbusier de Gonzalo Puch, o la visión del huevo de Joao Maria Gusmao y Pedro Paiva.
En la cuarta sección, Gabineete Botánica, se abordan cuestiones como la relación entre lo científico y lo artístico fruto de las expediciones científicas al Nuevo Mundo, con la correspondiente clasificación de plantas, flores y frutos, que en los últimos años ha tenido una mirada diferente y crítica sobre dicho proceso de expansión. Y ahí vemos una fotografía de Lothar Baumgarten; dos acrílicos de la artista brasileña Sheroanawe Haihiiwe con esa visión esquemática y figurativa de sus trazos; tres dibujos con plantas de la selva yucateca de Fritzia Irízar; una monumental acuarela representando la hoja de cacao de Federico Guzmán; las frutas del bodegón de Alberto Baraya con su irónico alfabeto o los diez platos de Antoni Muntadas con esos dibujos de varias plantas con el nombre de las mismas en varios idiomas.
La última sala incluye ejemplos fotográficos como ese Herbarium ( 1982-1985) de Joan Fontcuberta, donde se observa de algún modo la huella de Karl Blossfeldt, algo que se nota aún más si cabe en las dos fotografías en gran formato de Linarejos Moreno, tituladas Art Forms in Mechanism XX y XXVI, donde Linarejos sustituye natural por mecanismo en esos fragmentos vegetales en blanco y negro con esa delicada gama de grises. En el mismo espacio los paraísos artificiales de Paula Anta, la catalogación colorista de Hans-Peter Feldmann; La noche en balde Miguel Ángel Tornero, con esas plantas marginales; la mirada solitaria de esa mesa en la serie Domingos de Xabier Ribas; y nuevamente un arreglo floral de María Loboda.
Entrada gratuita, previa reserva aqui
Se organizarán visitas comentadas los miércoles de 18h a 19h y los sábados de 11h a 12h, así como visitas para grupos familiares los sábados de 12:15h a 13:15h.