Ciudad: Palencia
Provincia: Palencia
País: España
Horario: De martes a Viernes de 17 a 21 h. Sábados y domingos de 11 a 19 h. (lunes cerrados)
Lugar: Sala de Exposiciones Unicaja
Web: Festival Internacional de Fotografía de Castilla y León
Instagram: Festival Internacional de Fotografía de Castilla y León
Email: info@fifcyl.com
Teléfono: 983 376 405
En 1982, si uno quería saber quién era quién dentro de la escena artística del downtown neoyorquino, no tenía más que comprar Details, la fecunda e idiosincrática revista fundada por Annie Flanders. En sus páginas, y bajo el título Hidden Identities (Identidades ocultas), el fotógrafo Marcus Leatherdale (Montreal, Canadá, 1952 – Jharkhand, India, 2022), desplegaba su inconfundible estilo retratando a sus sujetos en espacios íntimos, alejados del ajetreo de las locas noches de Manhattan. Aquella serie de retratos velados de las luminarias del demimonde incluía, entre otros muchos, a Andy Warhol tapándose la cara, pero, mostrando su Rolex al lado de un busto de Calígula; a la cantante Debbie Harry entre una maraña de pelo artificial, ataviada con un traje metálico que resultó ser sumamente transparente; o a un irreconocible Keith Haring vestido con las ropas de Papá Noel.
Al fotógrafo le gustaban las personas capaces de dejar una impronta, tanto por su capacidad creativa y su apariencia estética como por su peculiar manera de andar por el vida. Se nutría fundamentalmente de los creadores de la febril mezcla de arte, música y moda que quedaba expresada en los garitos nocturnos, en las galerías de arte, y en las boutiques situadas, en su mayoría, al sur de la Calle 14. «Existe la idea equivocada de que en los 80, todo el mundo iba por ahí colocándose y yendo a discotecas. No era así», aseguraba el artista en una entrevista con la revista Interview. «La gente luchaba por hacer cosas seriamente y salir adelante. No todo era una gran fiesta a lo The Factory».
El fotógrafo llegó a Nueva York con veintiséis años. Llegaba de San Francisco, donde después de estudiar arte y, atraído por la escena punk, había comenzado a practicar la fotografía. Entre sus primeros retratos destacan los destinados a las portadas de los álbumes del grupor musical The Avengers. Fue Robert Mapplethorpe quien le introdujo por los entresijos de la ciudad. Entre los dos fotógrafos nacería una intensa relación que duró varios años. Así, el canadiense pasó a gestionar el estudio de su amante en Bond Street, al tiempo que se encargaba del estudio del curador y coleccionista de arte Sam Wagstaff, benefactor y también amante de Mapplethorpe.
Poco a poco, Leatherdale fue forjando su prestigio como retratista, a través de la búsqueda formal de una belleza tan sobria como expresiva. En Nueva York, tuvo el convencimiento de que por primera vez en su vida había llegado al lugar adecuado y en el momento preciso. Muchos de los protagonistas de sus retratos eran amigos. Otros, simplemente conocidos, a quienes invitaba a posar en su loft en el 281 Grand Street. Así, la modelo Iman posa casi transformada en un ángel; a Divine le fotografió varias veces. “No era un travestí”, advertía el fotógrafo. “Era un actor que se hacía pasar por mujer, y su personaje era Divine. Uno nunca se encontraría a Divine trotando por la calle yendo a comprar leche”. Larissa, cuya protagonista era conocida como la Coco Chanel del rock and roll, es uno de los retratos más conocidos del autor. Con frecuencia ha sido erróneamente atribuido a Man Ray. Fue un encargo del diseñador Issey Miyake, fascinado por la “pureza de la estética” del fotógrafo canadiense.
Gran parte de los retratos realizados hasta 1992 quedaron reunidos en una monografía, Out of the Shadows (ACC, Art Books). Sin proponérselo, en su día a día, Leatherdale había dado forma a la memoria de una época estridente a punto de extinguirse. Así, a medida que el sida hacía estragos en la escena artística, esta serie de elegantes y enigmáticas imágenes, meticulosamente escenificadas, fue cubriéndose por una pátina de nostalgia. «Quiero preservar la tradición de este pueblo orgulloso lo mejor que pueda, algo así como que lo hizo [el fotógrafo] Edward Curtis con los indios americanos», destacaba el autor tres décadas después. «Mi trabajo podría ser considerado como un retrato antropológico”.
Todas las fotografías son © de Marcus Leatherdale/Cortesía Throckmorton Fine Arts y son copias de época impresas por el autor.