Fotógrafxs por el mundo: Sebastián Riquelme, Negativa Magazine

Sebastián Riquelme, ingeniero de profesión, empezó con fotografía analógica hace unos 10 años usando una cámara Lomography e interesándose sobretodo por la fotografía de calle. Un tiempo después tomó clases en la escuela Fotoarte y en 2018 empezó la licenciatura en Historia del arte, donde realizó su tesis sobre fotografía de guerra.

A partir de redes sociales se dio cuenta de que había mucha gente interesada en la fotografía química, sorprendiéndose de la paridad entre generaciones. A través de un grupo de Whatssap llamado Rollo infinito (nombre que darían a su primera revista), empezaron a forjar de una manera muy orgánica la idea de crear un fanzine. Durante un tiempo no tenían una estructura fija, una declaración de intenciones ni un manifiesto sobre el proyecto, pero le fascinó el entusiasmo de la gente joven para hacer cosas bonitas, significativas y no precisamente fáciles.

La materialidad de la fotografía química es lo que engancha a la gente que ha crecido en la época digital.

Hoy en día quedan 7 personas en la revista, formando un grupo totalmente heterogéneo en cuanto edad, género e incluso lugares de residencia y no responden a organigrama ni comité, si no que todes están al mismo nivel y cada une colabora con aquello desde donde viene.

Actualmente operan mediante redes sociales (sobretodo Instagram) donde se dedican a difundir fotografías y trabajos de la gente mediante el hashtag #negativamagazine o por link directo además de trabajar en la revista impresa, que hasta el momento se publica de manera anual.

Las revistas se crean a partir de convocatorias abiertas al público, siempre en fotografía analógica y con un tema sobre el que fotografiar. Si os interesa, próximamente se lanzará un nuevo llamamiento para colaboradoxs, por lo que te recomendamos que estés atentx.

El proyecto tiene asociado esa impronta de ser testigos de la revuelta de las calles, pues la primera revista, Septiembre, y de la que ya no quedan copias, coincidió con el estallido social de Chile.

“Esto permitió que la fotografía analógica fuese el medio por el cual retratásemos aquello de lo que estábamos siendo testigos.”

El segundo numero, Luz y sombra, habla un poco más sobre lo que pasó durante la pandemia, un número en blanco y negro con ese aurea introspectiva, poética, anacrónica y atemporal en algún sentido.

El tercer número, a la venta próximamente, será Retratos y autorretratos, mostrando en tiempo más o menos real lo que está pasando, acompañando a la historia.

En 10 o 20 años va a ser muy interesante revisar estos números y ver a través de los ojos de la gente joven, cómo retratan de una manera tan alejada de la usual en estos tiempos.

De izquierda a derecha, fotografías pertenecientes a las tercera convocatoria Retrato-autorretrato @maldemaria, @marianela_._ , @guilled.cg, @imagenesvulgares, @Cordonesflojos y @filmjmndi

Los estudios sobre fotografía, nos cuenta, suelen ser en escuelas donde el profesorado tiene muchísima experiencia pero no acaban siendo estudios oficiales donde obtengas un certificado. Eso tiene dos consecuencias: lamentablemente la fotografía se sigue considerando un oficio menor, un género que no está a la misma altura de otras profesiones formales ni de otras disciplinas artísticas como la pintura, artes escénicas… pero la ventaja es que la variedad es muchísima. Como no hay esas trabas para estudiar, de ahí sale una riqueza que siempre ha estado en la historia de la fotografía. En general, los grandes fotógrafos aprendieron fotografía de otra gente que sabe mucho y han dedicado su vida a ello, dando una diversidad y riqueza increíble.

Pese a esta fantasía, reconoce que en Chile hay mucho fotógrafo comercial por ser casi el único tipo de fotografía por la que se paga: producto, eventos, bodas…

Cuánto va a durar esta moda, si lo es, no se sabe, pero si que el contexto global y la situación del dólar lo está haciendo muy difícil.

Hay teóricos que dicen que mediante la democratización de la fotografía viene la mediocratización de la misma. Ahora ser fotógrafo no es nada especial y es a raíz de esto que cree que haya gente que se decante por la fotografía química: para diferenciarse de la fotografía superficial de Instagram.

De izquierda a derecha, fotografías pertenecientes a las tercera convocatoria Retrato-autorretrato @avecestotii, @SatyrCam y @javitramp

En Santiago de Chile se pueden encontrar laboratorios de confianza y también personas particulares que procesan los carretes en casa, revelando blanco y negro, color y diapositiva. Una de las razones que impulsó esta actividad fue la subida de precios de los carretes, allá sobre el 2019, donde se empezaron a mover las bobinas de cine siendo difíciles de revelar en laboratorios: esto hizo que la gente, de una forma orgánica y por necesidad, aprendiese a revelar en casa.

Para comprar carretes se puede ir a tiendas o incluso centros comerciales y también se encuentran placas y papeles de todos los tamaños. La venta de rollos a disminuido pero no tanto el servicio de revelado, por lo que eso significa que o bien la gente está trayendo material de fuera o están bobinando, pudiendo costar la mitad de precio.

Cree que en Chile es donde mejor y mayor surtido de película hay por cuestiones históricas: Siempre ha tenido un mercado muy abierto, hay cadenas de suministro y además el consumo ha sido muy continuado en el tiempo.

El miedo a que los precios sigan subiendo es constante… de hecho se ha encontrado con varios fotógrafos que están pensando en vender su equipo por no poder costear los carretes.

La inflación mata el arte, y si quieres hacer un proyecto a largo plazo tienes que tener mucho dinero o un mecenas. Como decía Kandinsky, los artistas están en lo alto de una pirámide cultural, que es lo primero que la inflación corta.

Fotografías de la primera revista, Septiembre, con autoría de @lordadolfo y @sitebusca

Sebastián nos habla de AFI (Asociación de fotógrafos independientes), un grupo de fotógrafos que funcionó durante la dictadura de Pinochet, entre los 80’s y 90’s cuando la fotografía era una actividad peligrosa. Esta agrupación promovía la difusión de fotografías no oficiales, retratando la vida urbana en los años de la dictadura.

Si te has quedado con ganas de saber más sobre Negativa Magazine te invitamos a visitar sus redes y el post que escribieron en Disparafilm, explicando con detalle el nacimiento de la agrupación.

Y si te gustaría tener un ejemplar de su segundo número, Luz y sombra, puedes adquirirlo en Sales de plata (Madrid) o en Revelab (Barcelona) o desde cualquier parte del mundo poniéndote en contacto a través de su instagram.

¿Qué te ha parecido la entrevista? ¿Conocías ya a este colectivo?


Gloria Planells

Una aficionada curiosa que sabe poco de muchas cosas.

Gestionando la producción de Disparafilm.

https://www.instagram.com/glowing.art/
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