Ciudad: Palencia
Provincia: Palencia
País: España
Horario: Lunes a viernes, de 8.30 h a 14 h. / lunes y martes de 16.30 . a 19 h. (miércoles a viernes, tardes cerradas) / sábados y domingos de 11 h a 14.30 h.
Lugar: Archivo de Palencia
Web: Festival Internacional de Fotografía de Castilla y León
Instagram: Festival Internacional de Fotografía de Castilla y León
Email: info@fifcyl.com
Teléfono: 983 376 405
Durante estos últimos tiempos la recuperación de la fotografía vernácula viene suscitando mucho interés. En ocasiones revela una sensibilidad y un ojo que por distintos motivos pasa desapercibido en su tiempo. Otras, simplemente la entrañable y cándida visión, de quien sin más pretensiones que servir a sus familiares, a cercanos, y a su comunidad, va configurando la memoria de un lugar. Como es el caso del archivo que aquí se presenta. Una desenfadada galería de retratos donde los niños posan como adultos, las mujeres presumen de cardados, y los muchachos se trasladan por un momento al oeste disfrazados de cowboys.
De Antonino Hernández Romojaro, más conocido como Tonino, sabemos que a los 18 años llegó a Palencia, junto a su hermano Marino. Si bien su hermano quería ser militar, él quiso ser fotógrafo. Lo tuvo claro desde que, en 1938, en plena guerra civil, fue trasladado a la Fábrica de Armas de Toledo de Industrias Militares Santa Bárbara. Allí entraría a formar parte de los trabajadores del laboratorio fotográfico. El autor, no solo aprendería a utilizar la cámara fotográfica sino que, atrapado por la magia del cuarto oscuro, se dispuso a perseverar en su dominio.
A finales de los años 50, cuando trasladaron la fábrica a Palencia, Tonino comenzó a hacer fotos a sus vecinos y familiares, centrando su atención en la composición. Su domicilio en la calle Doctor Cajal le sirvió en sus comienzos como estudio. En las galerías de la vivienda entraba luz a raudales y servía de iluminación natural al fotógrafo mientras hacía posar a sus sujetos, bien delante de una sabana o una cortina oscura. A veces utilizaba flashes de magnesio para iluminación. Más tarde adquirió una bombilla plateada que concedía un cariz más frio a la tonalidad.
Otras sesiones tenían lugar en el exterior, en la Pasarela de Villalobón, o en Eras del Bosque, cuando aún no existía ni una sola edificación. A veces prefería las orillas del Carrión. Disparaba con una máquina de fuelle. Cobraba tres pesetas por sesión. Firmaba Tonín Fotos. Y aunque la mayoría de las veces utilizaba el blanco y negro, en ocasiones llegó a colorear su producción. En los 60 se vio forzado a alquilar un local bajo la prohibición del casero de hacer más fotos, cansado del jolgorio que organizaban las pandillas de jóvenes hasta subir al segundo piso. Así, el nuevo estudio abrió en la calle Alfonso Fernando de Madrid. Allí el propio autor construyó los decorados con la ayuda del carpintero local.
Por aquel entonces, eran muchos lo palentinos que se veían forzados a emigrar a Alemania. “Mi padre llenó las carteras de esos emigrantes con bonitas fotos”, recuerda Marina Hérnandez, la hija del fotógrafo. Tonino trabajaba por las tardes y los domingos abría todo el día, en paralelo a su trabajo en la Fábrica de armas, trasladada a Palencia. Le gustaba el cine, de donde trataba de sacar su inspiración. En los 80 dejó el estudio por motivos de salud. Murió en 1987, dejando detrás el testimonio de un tiempo a través de los rostros, en su mayoría felices, de aquellos que dejaron su huella en la ciudad.