Ciudad: Madrid
Provincia: Madrid
País: España
Horario: De lunes a domingo, de 10,30 a 14,30 y de 17 a 21 h
Lugar: Galería Jorge Alcolea (Claudio Coello, 28)
Facebook: Galería Jorge Alcolea
Email: info@jorgealcolea.com
Teléfono: 914 316 592 / 620 444 321
La magnitud como tal, es una propiedad física capaz de ser medida y esto es lo que la artista, Marta Fàbregas Aragall, utiliza para dotar y cuantificar la profunda importancia que ha tenido la mujer a lo largo de la historia de la humanidad. De este modo, y a través de su acción artística, desglosa y reflexiona sobre el alcance de la magnitud en este tema.
Por un lado, da voz al silenciado, fundamental y básico impacto de la mujer en las sociedades pretéritas, y por el otro, en el trabajo que aún queda por hacer, ya sea a nivel global, como local, en materia de igualdad de género.
La palabra “infinita” pues, se suma al título de esta exposición como un juego semántico, ya que un elemento infinito no puede ser medido, por lo que si nos ceñimos a la definición de magnitud, ésta nunca podría cuantificarse. Pero, si vamos más allá, la aparente contradicción se explica como una pequeña aclaración en sí, ya que es justamente donde encontramos el sentido profundo de su propuesta: la figura y el papel de la mujer a lo largo de la historia es un tema de una magnitud inmensurable, que tuvo impacto desde el inicio de los tiempos, que la mantiene en la actualidad y que seguro, lo tendrá en nuestro futuro, por lo cual resulta infinita.
A través de las obras seleccionadas procedentes de las ya conocidas series Colonizadas, Kairos y Perfectas Imperfectas,junto con las de la inédita Jardín de las Hespérides, que se presentan por primera vez en esta exposición, Marta Fàbregas Aragall destaca la importancia de la memoria histórica a través de mujeres del ayer, y así garantizar que sus historias y contribuciones, no pasen desapercibidas.
La artista, guiada por un instinto delicado, encaja los fragmentos sensibles de cada yo. Compone la obra con recortes color sepia unidos con oficio paciente. Trabaja las pátinas buscando el color de los sueños. Salpica superficies bajo el compás del azar. Atmósferas irregulares cubren los personajes de cicatrices poéticas sobre pieles puras. El papel muestra un desgaste, de epidermis y de vida. Cada entorno desprende un silencio que dice. Alcanzamos ese lugar donde no llegan las palabras de esa masa de anónimas mujeres, las que sus vidas no parecieron ser relevantes dentro del patriarcado imperante, pero que se unieron con el mismo propósito: la lucha por la igualdad de género.
Berta Navarro Aragall
Historiadora del arte