Ciudad: Lleida
Provincia: Lleida
Horario: Consultar apertura del centro
Lugar: Sala Gotika. Institut d'Estudis Ilerdencs (Plaça Catedral s / n - 25002 Lleida)
Web: Institut d'Estudis Ilerdencs
Situada en los intersticios de la realidad, a medio camino entre lo ausente y lo presente, la obra de Santos Montes (Santander, 1949) ha tendido a explorar el aspecto más latente de la existencia, proyectando una mirada íntima, cargada de simbolismo, sobre el paisaje y las personas que lo habitan. Con el fin de revelar una dimensión menos aparente, Montes parte de la realidad para trascenderla mediante una fotografía poética que busca penetrar la corteza del mundo sensible para profundizar en los aspectos más ocultos de lo que nos rodea.
Este ejercicio de lectura palimpséstica de la realidad ha inspirado su último proyecto, concebido como un recorrido por la Nacional-II, una carretera en desuso que viene a simbolizar la inercia del pasado en un tiempo dominado por el dinamismo, el cambio y la mutabilidad. Centrándose en esos negocios, viviendas y objetos que han quedado marginados por el progreso, Santos Montes redirige nuestra mirada hacia aquello que está en tránsito, entre el ser y el no-ser.
Más allá de la nostalgia por lo que se ha perdido, sus fotografías exploran la potencia creativa de lo que ha perdido su función original. Actualiza la noción del ready-made para revelar las potencialidades de la realidad mediante la multiplicación de sus posibles lecturas e interpretaciones. En este sentido, crea con sus fotografías un museo imaginario en la línea que describió André Malraux. A través del encuadre fotográfico, Montse museiza –otorga valor y recontextualiza– el paisaje y todo lo que lo configura, relevando el componente artístico en aquello que no necesariamente era considerado arte.
Las casas deshabitadas, los negocios cerrados y las carreteras desiertas se convierten, así, en no-lugares que, despojados de su significado convencional, se abren a nuevas interpretaciones. Ya sean entendidos –desde un punto de vista más bien romántico– como símbolos del paso del tiempo, de la impermanencia y, en última instancia, del triunfo de la Naturaleza sobre la civilización– o bien, desde una perspectiva más socioeconómica, como daños colaterales de una economía cambiante que determina el paisaje, los vestigios que nos presenta Santos Montes plantean cuestiones tan universales y a la vez tan actuales como la huella del ser humano en el paisaje, la mutabilidad de nuestro entorno o la transitoriedad de todo ello.