Fotografiando una cueva-cantera del siglo XIX
Hace unos meses, un amigo me habló de unas canteras de dimensiones impresionantes cavadas a mano bajo tierra hace mucho, mucho tiempo, cuando no existía la electricidad, no había grifos en las casas, ni se habían inventado los motores de explosión o incluso de vapor. Un lugar donde la piedra se tallaba y extraía exclusivamente con esfuerzo humano y animal. Esa piedra además sirvió para construir edificios emblemáticos de la zona donde vivo, Andalucía, en el sur de España. Mi amigo me enseñó algunas fotografías que él había tomado un par de años atrás, y claro, la cabeza me explotó al comprobar que estas cuevas-canteras están a menos de 30 minutos de mi casa. Sin duda un caramelito fotográfico…
Aún así, no soy muy aficionado a las fotos “espectaculares”, me gusta encontrar o darle sentido a las fotografías que hago, así que me puse a investigar. Bendito internet, donde rápidamente y gracias al arduo trabajo de investigación de algunos autores, descubrí que la que cueva que visité es una cantera del siglo XIX perteneciente a un conjunto mayor de canteras que se comenzaron a explotar de manera intensa durante el siglo XV y de las que se extrajo el material con el que posteriormente se construirían edificios tan importantes como la Catedral de Sevilla (España), la de Jerez, la Iglesia Mayor Prioral del Puerto, el Castillo de San Marcos... y un gran número de edificios nobles y eclesiásticos.
Esta piedra que se extrajo de la cantera se llama Arenisca y su principal característica es que, siendo extremadamente resistente, es muy moldeable. Por esta razón fue el material preferido para construir este tipo de edificios durante siglos, es una piedra sencilla de tallar.
Durante todos esos siglos, la clase trabajadora portuense y principalmente jerezana, se dejaron el alma e incluso la vida (literalmente) para extraer la piedra con la que se construirían grandes y majestuosos edificios de la clase noble y eclesiástica de esta zona. Algunas inscripciones en las cuevas denotan cómo los canteros estaban dispuestos a dar su vida por llevar algo de pan a casa, pero sobre todo por su fe cristiana y su servicio a Dios.
Piedra dura pero moldeable… clase obrera… dar la vida por Dios… edificios nobles y eclesiásticos… Ingredientes suficientes para animarme a adentrarme en una de las canteras más accesibles, realizar algunas fotografías y empezar a trabajar en lo que puede ser un nuevo proyecto fotográfico.
Espero que te guste el video. Más abajo te dejo una galería con todas las fotografías que tomé. Esto no queda aquí, habrá más fotos… 😉
Y si eres miembro del Club, pronto tendrás video extra donde te explico todo lo relativo a esta sesión de fotos y al proyecto. Te avisaré!
Disclaimer
Siento no aportar más información sobre el nombre del lugar o su localización. Lo hago por estas razones:
Por el proyecto: no lo considero relevante ya que este proyecto, en principio, solo plantea cuestiones sobre clases sociales y rinde homenaje a quienes se dejaron la vida a 50 metros bajo tierra.
Por una cuestión legal: gran parte de la cantera pertenece al ministerio de defensa, por lo que no se pueden visitar a no ser que se soliciten los permisos pertinentes.
Por precaución: es un lugar peligroso ya que muchas de las cuevas se están derrumbando día tras día.
Pero sobre todo por respeto: estas cuevas-cantera están totalmente desprotegidas a día de hoy, ninguna institución se ha hecho cargo de ellas, por lo que generar visitas de curiosos puede ir en contra de su conservación. Respetemos y protejamos estos espacios históricos (que las instituciones olvidan) del vandalismo y del sensacionalismo.
Espero que lo entiendas y respetes mi decisión 🙏🏻.
Gracias a Samuel Vega y a Alberto Castrelo por su impresionante trabajo en defensa de las canteras.